El conocido presentador televisivo del programa ``La noche de...'', Félix Linares, es uno de esos raros ejemplos de persona que no ha puesto un teléfono móvil en su vida. «No es ni acto de rebeldía, ni temor a las nuevas tecnologías, ni paranoia alguna. He descubierto que lo mismo que los cuarenta años anteriores he vivido sin móvil, puedo seguir haciéndolo», responde. Quizá por ello, la convocatoria para la «jornada de móviles caídos» de este jueves no tendrá nada de especial para él.

En 2005, hablar un minuto por teléfono móvil nos costó de media 0,17 euros en Hego Euskal Herria. Seguro que en 2006 fue más. Y para este 2007, vayan concienciando a su saldo. Desde mañana, las tres principales operadoras de telefonía móvil en el Estado español aplicarán sus contramedidas a la desaparición del redondeo al alza aprobada por el Congreso el pasado 21 de diciembre. A saber: nos suben el establecimiento de llamada de 12 a 15 céntimos, ni más ni menos que un 25%; y nos incrementan el precio por minuto entre un 15 y un 30%.

La respuesta a este alza, que no tiene parangón en el resto de Europa, ha sido que asociaciones de consumidores, miles de internautas y hasta 144 páginas web han llamado a una jornada sin móvil para este jueves. Una protesta que nos recuerda a los diez minutos del reciente apagón eléctrico contra el cambio climático impulsado por los franceses. Este boicot, calculan sus impulsores, podría hacer bajar en torno a un 10% el uso del móvil ese día, con las consiguientes pérdidas para las empresas del sector.

El pasado 6 de febrero ya hubo una iniciativa parecida, aunque en aquella ocasión no contó con el respaldo masivo, como ahora, de las asociaciones de consumisores. Incluso para este día 28, hay un llamamento previo, vía internet, para un silenciamiento de los móviles entre las 19.00 y 20.00 de hoy, al ser una de las horas con más tráfico telefónico. Si se apagaran la mitad de los terminales de los casi 40 millones que se calculan en el Estado español, las pérdidas para las operadoras podrían llegar a cerca de 4 millones de euros en esa sóla hora.

Coincidencias sospechosas

Mañana es el día en que entra en vigor la Ley de Mejora de Protección de Consumidores que prohíbe los redondeos al alza. Jon Ariño es portavoz de la asociación vasca de consumidores EKE. Tiene claro que «en una economía de libre mercado y en un sector que se ha liberalizado, los operadores de telefonía tienen libertad para fijar sus tarifas, pero parece sospechoso que dicha medida de incrementar tanto el establecimiento de llamada como el precio de esta por segundo, se haya llevado a cabo coincidiendo con la entrada en vigor de la nueva Ley de protección de los Consumidores que recogía ¡por una vez!, las demandas de las organizaciones de consumidores en el sentido de cobrar la duración de las conversaciones en tiempo real y no en fracciones de medio minuto como habitualmente se estaba llevando a cabo».

Pero si esa maniobra resulta reprobable, «más sospechoso» resulta, asegura Ariño, «la coincidencia de la casi totalidad de operadores, que salvo de momento, los virtuales Carrefour y Yooigo, se han apuntado todos con subidas en torno a un 25 % en el establecimiento de llamada e incrementos tarifarías en orden al 16 %, lo que desprende un cierto tufo a concertación u oligopolio, hecho que choca frontalmente con el argumento de libre mercado y competencia». Todo apunta a que los operadores no sólo se van a compensar por la pérdida que les supone la tarificación en tiempo real, sino que van a obtener mayores beneficios en su cuenta de resultados a costa de sus clientes. «Lo que parecía una conquista del colectivo consumerista por obra y gracia de una malentendida economía de mercado va a suponer un serio quebranto para este colectivo», se queja el portavoz de EKE.

Angel Garay, portavoz de la asociación Ausbanc que también se sumó ayer a la iniciativa, coincide en que «hay indicios de que hay un pacto» entre las operadoras. «Es una tomadura de pelo a los consumidores y al Gobierno», ya que con las nuevas tarifas aprobadas «incrementarán» sus arcas, añade.

Para intentar parar este proceso desde las organizaciones de consumidores estatales se han cursado las pertinentes denuncias para que intervenga el tribunal de la Competencia así como a la Comisión del Mercado de Telefonía para que intervengan en el tema.