La labor principal de una consejera portavoz es la de informar sobre los acuerdos que adopta el Gobierno, en este caso el de Lakua. Esa es la función principal de Miren Azkarate. Sin embargo, la portavoz aprovecha esa cita semanal para trasladar a la ciudadanía opiniones sobre todos aquellos asuntos que centran la actualidad e interesan a los medios. Está en su derecho y bien está que lo haga. Sin embargo, la comparecencia de ayer adquirió por momentos la forma de una retransmisión de un partido de pelota. Miren Azkarate trató de devolver todos y cada uno de los interrogantes que planean sobre la actuación de la Ertzaintza en Bilbo a las personas que los han enunciado. No ofreció respuestas y buscó deslegitimar el derecho de los agredidos y de otros interlocutores sociales, como el secretario general de ELA, José Elorrieta, a la crítica. Hizo trampa la portavoz y hasta abusó de su tribuna privilegiada al no contestar a una pregunta que se hacen miles de ciudadanos: ¿Por qué la Ertzaintza, sus mandos y sus responsables políticos propiciaron una intervención violenta contra una manifestación en favor de derechos básicos? Lakua no responde, sólo lanza bulos como el que achaca al apaleado la culpa de sus heridas. La poco afortunada intervención de Azkarate hace más urgente si cabe que el lehendakari y su consejero de Interior se expliquen.