El Consejo de Administración de la Real hizo público un comunicado ayer en su página web con las conclusiones de la reunión mantenida el lunes para analizar la petición generalizada de dimisión que escuchó el sábado en Anoeta. La pañolada no ha influido en el Consejo a la hora de cambiar su previsión y no se plantea convocar una Junta Extraordinaria hasta que matemáticamente no se decida la categoría en la que jugará el primer equipo la próxima temporada.

En su comunicado, el Consejo manifiesta que «sabemos que manejamos un problema difícil y que la presión puede ir en aumento y que tenemos que resolverlo desde nuestros propios recursos y que la confianza y la serenidad son imprescindibles herramientas de trabajo».

También muestra «nuestra satisfacción con el esfuerzo del equipo y con el apoyo y el comportamiento de la afición. El sábado vimos a una afición unida con el equipo y con el entrenador y a un equipo unido y comprometido. La Real está viva y jugando al fútbol. No podemos negar lo que reconocen hasta nuestros rivales. Y tenemos la certeza de que la continuidad en esta línea generará los resultados esperados y necesarios para lograr la permanencia. Nuestra tarea es seguir impulsando este proceso de recuperación. Y sólo podemos dedicarnos obsesivamente al objetivo inmediato de finalizar esta temporada con la Real en Primera. Tenemos un equipo unido y comprometido. Contamos con un entrenador con experiencia y entregado al cien por cien. Somos de Primera. Y nos tenemos que quedar en Primera».

Mensaje de unidad

El Consejo, además, se reafirmó en lo manifestado el 16 de febrero: «De aquí al final de temporada tenemos que estar todos con la Real. Todos unidos, formando un solo equipo (...) Este es el único camino. El Consejo no hará nada que pueda contribuir a la desunión o la incertidumbre. Mantener a la plantilla animada, confiada, respaldada, es la labor que consideramos fundamental en este momento. La decisión, ahora, es mantener la esperanza, la serenidad, la determinación y la orientación al objetivo de la permanencia. Por eso apoyaremos todo lo que ayude, desde la coyuntura que vivimos, a lograrlo. Y evitaremos, ante todo, introducir dudas sobre nuestra determinación y nuestra confianza».

Sobre su previsión de una Junta indica que «llegará el tiempo de rendir cuentas. Y rendiremos cuentas. Mantenemos en nuestras previsiones la celebración de la Junta General Ordinaria de Accionistas. En todo caso, el Consejo sólo contempla una revisión de estas previsiones y un comunicado sobre su decisión en el momento en el que se conozca, inequívocamente, cuál será la situación de la Real en la próxima temporada. Respetamos todos los puntos de vista y aceptamos todo tipo de opinión y de evaluación. Y agradecemos la actitud de quienes, desde posiciones críticas hacia este Consejo, dedican sus esfuerzos a reforzar la cohesión del equipo y la estabilidad de la Real. (...) De nuestra gestión responderemos ante la asamblea soberana de los accionistas. Creemos en una Real de todos y para todos los guipuzcoanos, y administrada desde una amplia base social que garantice la independencia de sus decisiones. Creemos en una Real que recupere, para todos los realistas, el orgullo de pertenecer a este gran club. ¡Aúpa Real!».