El grupo parlamentario Ezker Abertzalea anunció ayer la interposición de varias preguntas al lehendakari, Juan José Ibarretxe, a quien como «jefe último de los ertzainas» consideran «el responsable último de la brutal carga de Bilbo» del pasado sábado. La respuesta inmediata de Lakua fue calificar de «asombrosas» estas afirmaciones, porque a dicho grupo parlamentario -según afirmó Miren Azkarate- «no le hemos oído ni una media palabra de condena ni una referencia al atentado de Barajas o a los numerosos actos de kale borroka». La portavoz del Ejecutivo autonómico añadió que «la pregunta no es si fue Ibarretxe, Balza o el PNV el que mandó a la Ertzaintza, sino por qué tenía decidido la Batasuna de Juan Mari Olano, u Olano y su Askatasuna, que iban a provocar lo que provocaron».

Nekane Erauskin, Julián Martínez, Itziar Basterrika y Ane Auzmendi comparecieron ante los medios de comunicación en el Parlamento de Gasteiz y, antes que nada, enviaron «un fuerte abrazo a todas las personas que sufrieron la violencia de la Ertzaintza y sobre todo a la arrasatearra de 81 años María Murgoitio, que aún sigue ingresada en Basurto».

Ezker Abertzalea considera que «la responsabilidad política de lo sucedido en Bilbo» corresponde al EBB del PNV. Sus portavoces recordaron que «nuestro grupo ha repetido en los últimos meses que la prioridad del PNV en estos momentos no es abrir un proceso de dialogo y solución y que está actuando única y exclusivamente por motivos partidistas y electoralistas. Y entre sus planes de acción principales es intentar dejar fuera de juego a la izquierda abertzale, y para ello la golpean y criminalizan cada vez que tienen ocasión, como se pudo ver el sábado en Bilbo».

Con esta premisa y como el trabajo de Ezker Abertzalea se centra en el Parlamento de Gasteiz, el grupo anunció que interpelará a Juan José Ibarretxe, sobre «por qué un gobierno democrático manda a su policía a masacrar a manifestantes indefensos».

«No admitimos lecciones»

El grupo Ezker Abertzalea recordó que «llevamos dos años en este Parlamento escuchando a los representantes del Gobierno dar lecciones de no violencia a diestra y siniestra, repartiendo patentes de demócratas y exigiendo posicionamientos claros contra la violencia. Sin embargo, la actuación de la Ertzaintza en Bilbo no deja ninguna duda de que son ellos los que utilizan la violencia con fines políticos. Los golpes, los pelotazos, los culatazos y, sobre todo, el odio que emanaba de los uniformes de los beltzas es violencia pura y dura. Violencia, además, de un Gobierno contra su propio pueblo que se manifiesta desarmado». Por ello, los parlamentarios abertzales trasmitieron a Ibarretxe que «no admitimos ya más lecciones, que no tiene la legitimidad para decir nada a nadie y que no le admitimos ninguna superioridad ni ética ni moral».

En cualquier caso, no olvida Ezker Abertzalea la distorsión que en la vida política vasca supone la Ley española de Partidos, que «el PSOE mantiene vigente a pesar de que la inmensa mayoría de este pueblo está pidiendo su inmediata derogación». Pero también entiende que sin la garantía de aplicación práctica que le da la Ertzaintza, «esta ley sería papel mojado».

Lakua no admite críticas

Poco después de la rueda de prensa de Ezker Abertzalea, la portavoz del Ejecutivo de Lakua realizó su habitual comparecencia semanal tras el Consejo de Gobierno. Miren Azkarate se mostró impermeable a las críticas a la actuación de la Ertzaintza, que no sólo han partido de la izquierda abertzale, sino también de ELA y de Ezker Batua, uno de los socios de Gobierno. Este último fue el único que se libró de las contestaciones de la portavoz.

A Ezker Abertzalea le espetó que no diga «ni media palabra» de otros actos violentos y le invitó a dirigir sus preguntas «a la Batasuna de Olano». Miren Azkarate se preguntó por qué fue Askatasuna la convocante y no Etxerat como en otras ocasiones, y por qué «insistieron una y otra vez hasta terminar incendiando coches y contenedores, colocando barricadas». El Ejecutivo no duda en culpar a los manifestantes de haber provocado a la Ertzaintza y de haberlo hecho además con alguna intencionalidad política.

Tampoco el secretario general de ELA, José Elorrieta, se libró de las críticas de la portavoz del Gobierno autonómico. Miren Azkarate instó al sindicato a «explicar» sus declaraciones ante sus afiliados en la Ertzaintza y destacó que la central «sabe perfectamente que las decisiones de la Audiencia Nacional (que prohibió la manifestación) hay que acatarlas, como hacen los miembros de ELA».

Un grupo de ciudadanos se reunió ayer para protestar por la represión que sufre el movimiento popular «plural y activo» que trabaja en la localidad. Alertaron de que «se está poniendo en peligro la convivencia» y, al mismo tiempo, llamaron a «proteger los derechos de la juventud».