Colocaron el monumento al encierro precisamente en el lugar que desde 1978 ocupaba la estela en recuerdo de Germán Rodríguez. Cuando se iba a colocar el pesado conjunto, un grupo de ciudadanos nos reunimos alrededor de una pancarta para reclamar que ese monumento no se convierta en excusa para retirar la estela de Germán del lugar donde le mataron.

Inmediatamente cargó contra nosotros la Policía española y, tras arrancarnos la pancarta y empujarnos violentamente, retuvieron a seis de los nuestros y de forma brusca y chulesca les obligaron a colocarse de cara a la pared. Todo esto ocurrió ante los ojos de Yolanda Barcina y otras autoridades, así como de varias decenas de «pamploneses de bien» («Pamplonudos», que diría un amigo).

Lo que nos dolió profundamente fue la pasividad de varios concejales «progresistas». Ediles de IU, Aralar y EA. Ninguno de ellos cogió la pancarta, cuando meses atrás se disputaban un lugar central delante de la Casa Consistorial; ninguno se dirigió a las fuerzas del desorden, para defender a los compañeros maltratados y retenidos ni protestó ante la alcaldesa.

Todo esto fue un fiel reflejo de la actuación de la oposición municipal durante la legislatura frente a la actitud caciquil de Barcina y de su equipo.

No vi en los alrededores del lugar donde cayó muerto Germán a ningún miembro conocido de Batzarre, ¿será que los sucesos de Sanfermines del 78 no pertenecen a la memoria histórica?