Un responsable de la Yihad Islámica en Cisjordania y dos militantes de esta organización de la resistencia palestina murieron acribillados a balazos en Jenín por el Ejército israelí, que realizó una nueva incursión en Nablús.

Uno de ellos, Abu Naasa, resultó sólo herido al viajar en el coche que fue ametrallado por soldados israelíes a la entrada del campo de refugiados. Detenido por los soldados, Israel anunció posteriormente su «muerte».

La Yihad prometió una respuesta a estos crímenes y lanzó varios cohetes desde la Franja de Gaza.

Siguiendo en Cisjordania, una centenar de carros de combate volvieron a entrar en la ciudad de Nablús, decretaron el toque de queda y en sus registros casa por casa detuvieron a una veintena de palestinos.