El regreso a los puestos de descenso obliga aún más al Athletic a iniciar la remontada que desemboque en la permanencia. El equipo rojiblanco no tiene por qué igualar la recta final de la pasada temporada -aunque mejor que sobre que que falte-, pero todavía debe sumar muchos puntos antes de respirar. Y mejor si empieza de inmediato, teniendo en cuenta que el calendario le enfrenta a cuatro rivales directos durante otras tantas semanas consecutivas.

El mayor hándicap para la necesaria remontada rojiblanca sigue estando en casa, en el más amplio sentido de la expresión. No en vano el Athletic sigue siendo uno de los peores equipos de la categoría en su campo -sólo el Celta ha sumado menos como local que los rojiblancos, Real y Nástic, que apenas han logrado nueve puntos-, por donde además tienen que pasar cuatro rivales directo. Pero es que, además, los problemas, en este caso físicos, del propio equipo bilbaino, acostumbran últimamente a superar los que plantean los adversarios.

Con un sancionado y dos lesionados de larga duración, otros de menos consideración pero baja también prolongada y los habituales percances físicos y sanciones que se van acumulando a lo largo de la temporada, Mané se ha convertido en un auténtico maestro del encaje de bolillos. Y esta semana, cómo no, puede volver a tocarle lección, porque la enfermería rojiblanca sigue abarrotada.

El último en entrar, Fran Yeste, que ayer tuvo que abandonar el entrenamiento debido a unas molestias en el lado derecho del pubis, lo que le convierte en seria duda para el encuentro frente al Nástic. Esta semana les debe tocar a los zurdos, porque Javi Casas se encuentra en las mismas. Ya el lunes no pudo ejercitarse por una sobrecarga y ayer tampoco pudo completar la sesión. Otras dos muescas, por tanto, que se pueden unir a las bajas ya confirmadas de Luis Prieto, Ustaritz Aldekoaotalora, Javi González y Joseba Garmendia, todavía en proceso de recuperación, además de las de Tiko, Pablo Orbaiz y Carlos Gurpegi. Nada al aparato, vamos.

Alex García

La única circunstancia positiva que podría desprenderse de este nuevo contratiempo pasa por el posible debut con el primer equipo de Alex García, una semana después de que lo hiciera Gaizka Bergara.

El interior zurdo fue fichado el pasado verano, procedente del filial del Racing para militar en el Bilbao Athletic, pero ayer Mané contó con él para el entrenamiento de la primera plantilla. No sería, en todo caso -y si finalmente se produce-, su debut en Primera, ya que el año pasado disputó algunos minutos durante el encuentro liguero que enfrentó a Racing y Sevilla.

Habrá que esperar, de todas formas, a ver lo que sucede en los próximos días, ya que ni Mané ofreció ayer demasiadas pistas respecto a sus planes, ni Yeste y Casas están aún descartados para el choque ante el Nástic.

Indispensable

Un choque que los rojiblancos consideran vital, no en vano les permitiría ascender hasta cuatro puestos en la clasificación, en caso de victoria y si el resto de resultados acompaña, amén de dejar definitivamente hundido a uno de los principales candidatos al descenso.

«Es un partido muy importante -admitía ayer Iraola- porque tenemos una oportunidad de alcanzar a los equipos que nos llevan uno y dos puntos. Jugamos en casa y no podemos perdonar porque , tal y como está la clasificación, es indispensable ganar el domingo», subrayó.

No es que la trayectoria del Athletic invite a la confianza, por muy trascendente que sea el choque, pero los rojiblancos cuentan al menos ahora con una gran referencia a la que aferrarse. «En cuanto a intensidad, ritmo y a que hay mucho en juego, es una situación parecida al partido del Getafe -explicó Iraola-. Luego, a ver si tenemos acierto y a ver si nos podemos adelantar en el marcador».

«Tenemos que seguir la línea del partido del Getafe -corroboró Ander Murillo-: las mismas ganas, la misma intensidad, metiendo a la gente desde el primer minuto y apretando».