Necesitaba el Baskonia un choque sin sobresaltos dentro de la vorágine de partidos y lesiones en la que venía envuelto y aprovechó la visita de un flojísimo Lottomatica Roma para darse un atracón de tranquilidad en un choque indigno para el Top-16. En un partido de excesos y en el que hasta Eslava y Cilla tuvieron su minuto y medio e incluso el pabellón de Zurbano tuvo la oportunidad de volver a vibrar con la magia de Zoran Planinic, el equipo gasteiztarra logró el marcador más abultado en esta fase, igualó la mejor marca de victorias consecutivas en casa (25) y sólo Scola se quedó a 7 puntos del récord absoluto de anotación del torneo.

La Lottomatica Roma, al que se había pintado como el tapado del grupo, decepcionó enormemente en su comparecencia en Gasteiz y, sin el bajón experimentado en los últimos partidos, el partido fue poco más que un entrenamiento ante un flojo sparring para el Tau.

Como dijo Repesa, que se disculpó ante los seguidores de su equipo, un equipo que se estrena en el Top-16 puede caer, mucho más en uno de los feudos más inexpugnables del continente, pero no de la forma en la que lo hizo ayer, donde apenas opuso resistencia durante el primer minuto y medio. Asustados ante el enorme acierto inicial baskonista y su defensa, el equipo italiano bajó los brazos y se dejó arrastrar por el equipo azulgrana, que no tenía a uno de sus estiletes ofensivos como Igor Rakocevic.

Partido completo

Al margen de que Lottomatica estuvo muy por debajo de sus posibilidades, el Baskonia realizó uno de los partidos más completos en las últimas fechas; sin bajones, con acierto en ataque y con una tensión defensiva que dejó a dos grandes anotadores como Chatman y Hawkins en sólo cuatro puntos entre ambos.

Con un porcentaje en triples que llegó a alcanzar el 7/8, en el que la conexión turca estuvo especialmente acertada, el Baskonia alcanzó los 20 puntos de renta para la mitad del segundo cuarto. Con Bodiroga desconectado y Askrabic inutilizado por problemas físicos, Roma trató de responder desde el exterior y sólo cuando su porcentaje se acercó algo al del equipo gasteiztarra pudo mantener su desventaja en la primera mitad.

Con un 48-32 al descanso, el temido bajón de las últimas fechas era el único miedo del equipo gasteiztarra, pero el 13-2 de parcial en la reanudación ahuyentó ese temor y toda la segunda parte fue un paseo para el rodillo baskonista.