Las jornadas ya han acogido dos sesiones. En la segunda, celebrada el 27 de enero, Carlos Fernández Liria actuó como ponente en relación a este tema: «Estructura del poder del Estado. Poder político, cambio social y democracia». Autor, junto a Luis Alegre Zahanero, del libro «Comprender Venezuela, pensar en la democracia», el profesor de filosofía en la Universidad Complutente de Madrid habló lógicamente del país que preside Hugo Chávez. «Se trata de una excepción a esa especie de ley de hierro del siglo XX por la que, cada vez que las izquierdas anticapitalistas han ganado las eleccio- nes, ha habido inmediatamente un golpe de estado, una invasión o un bloqueo que ha impedido seguir por ese camino. También hubo un golpe de estado, pero fracasó. En Venezuela hay una particularidad: por primera vez, se ha seguido un camino socialista con petróleo, con dinero, y también con un apoyo importante del Ejército», explicó.

Esa «ley de hierro» es la que, a su entender, da cobertura a la tesis de que la vía anticapitalista «sólo es compatible con la dictadura. Y no es así. Repasando el siglo XX, hay como mínimo 40 ó 50 ejemplos de aplicación de la doctrina de Kissinger: si hay que elegir entre la economía o la democracia, se elige la economía. Un caso paradigmático es el Chile de Allende: se ganan las elecciones, se pretende seguir un camino socialista por la vía democrática y un golpe de estado da al traste con la democracia».

¿Y en Euskal Herria?

Un caso, recordó, que también se dio en el el Estado español: «En el momento en que las izquierdas anticapitalistas ganan las elecciones, hay un golpe de estado, una guerra civil y 40 años de franquismo. Únicamente cuando la población ha sido masacrada, cuando se supone que la población está ya escarmentada, se vuelve a restaurar la democracia. En el libro repasamos como 30 casos así. O sea, que no es verdad que el socialismo nunca haya seguido la vía democrática; lo ha hecho en muchas ocasiones, lo que pasa es que ha sido siempre abortada».

Todo ello le lleva a defender que «no hay que abandonar el concepto de dictadura del proletariado, porque la historia demuestra que cuando se ha abandonado ese concepto lo que hemos tenido ha sido un golpe de estado y un fracaso de la experiencia. La historia nunca te ha dejado elegir entre Fidel Castro y Salvador Allende; te ha dejado elegir entre Castro vivo y Allende muerto».

¿Y qué ocurre con Euskal Herria? ¿Qué alternativa le queda en la Europa del capital? Para Fernández Liria, lo que ocurre en este país no hace sino confirmar lo recogido en su libro: «La única izquierda en el Estado español que ha tenido un peso suficientemente importante como para molestar a determinados intereses ha sido la izquierda aber- tzale. Por eso, no es casualidad que nos encontremos con una especie de GAL judicial. La coartada es que como hay lucha armada, puedes permitirte declarar un estado de excepción. Pero todo hace pensar que, con lucha armada o sin ella, si la izquierda abertzale llegara a tener un peso lo suficiente- mente importante, se declararía igualmente el estado de excepción».

El profesor de la Complutense consideró que la salida para aquellos que persiguen un mundo diferente está en el movimiento antiglobalización. «En Europa no tenemos mucha más opción. Desde un punto de vista electoral no tenemos prácticamente nada que hacer. Ha habido una traición colosal por parte de los partidos de izquierda y de los sindicatos supuestamente de izquierda; es muy difícil recuperarse de algo así. Con la lucha armada creo que la correlación de fuerzas es todavía más desigual; o sea, todavía hay menos que hacer. No queda otra que desarrollar la estrategia de trazar una red que vaya generando una conciencia de clase, una desobediencia civil, que es lo que está aportando este movimiento».

«El movimiento antiglobalización tiene una cosa clara: que el enemigo es el capitalismo, que el enemigo hay que pensarlo a un nivel económico y no sólo a un nivel de relaciones de poder y cosas así, como se planteaba de una forma muy hetérea en mayo del 68», manifestó Fernández Liria, quien agregó que en Europa tenemos «una enorme responsabilidad en deshacer todas la mentiras mediáticas que generamos, como ha ocurrido con Venezuela», agregó.