El Tribunal Superior de Justicia del País Vasco ha echado atrás el nombramiento del juez de paz de Asparrena, ya que la votación no se ajustó a la ley. Para la aprobación del nombramiento se requería mayoría absoluta. El tema tiene tela, ya que en una corporación de 9 ediles la mayoría absoluta son 5 y aquel pleno de agosto sólo estábamos 7 y la votación fue de 4 frente a 3. Pero el equipo de gobierno se sacó de la manga que como el edil del PP no suele venir, la corporación podría interpretarse como de 8 ediles y que en caso de empate el voto de calidad del alcalde vale doble.

En los plenos del Ayuntamiento de agosto a noviembre, la decisión de la elección del Juez de Paz se tomó de forma fraudulenta por parte de PNV-EA. En octubre remitimos un escrito a todos los vecinos, explicando lo ocurrido y nuestra denuncia.

Intentamos reconducir la situación y explicamos que nuestro criterio básico era el conocimiento de euskera, ya que no teníamos nada contra ninguno de los candidatos, cosa que reafirmamos hoy. Fuimos acusados de haber insultado al secretario y al alcalde por denunciar el hecho, aunque en el Pleno quedó claro que nuestras afirmaciones fueron respetuosas y que lo que fastidia es que les saquemos los colores a quienes hacen del Ayuntamiento su cortijo.

El tiempo está poniendo a cada uno en su lugar y los que antes nos acusaban de falsarios y de insultar son los que han quedado en evidencia y desligitimados para dar lecciones, ya que cabe preguntarse es si son capaces de conducirse así en un tema de tan poca relevancia, qué no nos estarán haciendo en otros temas.