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DOCUMENTAL SOBRE LA MUERTE DEL PANADERO DE IRUÑEA

«13-M", la verdad popular sobre la mentira oficial que mató a Berrueta

Los vecinos de Donibane siguen teniendo muy vivo aquel 13-M en que mataron a Angel Berrueta. Para que la historia no se olvide han recopilado lo ocurrido aquellos días en una película que estrenarán el sábado en el Polideportivo Anaitasuna. Es la historia de una gran mentira, una mentira que empezó el 11-M y que siguieron luego el fiscal y los jueces. Tres años después, en la cinta Jaime Ignacio del Burgo sí dice una verdad: «Fue una muerte por un motivo político".

Ramón SOLA | IRUÑEA

Alguien dijo que no se puede mentir a todo el mundo durante todo el tiempo. La mentira de la guerra de Irak nunca cuajó. La de la autoría del 11-M se cayó pronto. La de la muerte de Angel Berrueta, en cambio, ha seguido alimentada por la absolución de Pilar Rubio y por la posición del fiscal-jefe de Iruñea, Javier Muñoz. Hoy es el día en que a éste le contradice hasta Jaime Ignacio del Burgo, el diputado de UPN convertido en el mayor abanderado de la «teoría de la conspiración». Del Burgo admite en la película que se estrenará el próximo sábado en el Anaitasuna que la muerte del panadero de Donibane «no fue un tema baladí, sino por un motivo político».

La afirmación del líder derechista es una de las aportaciones de este vídeo que nació del interés de los vecinos de Donibane en plasmar lo sucedido y que ha conseguido componer un interesante mosaico de voces de todo tipo sobre aquella gran mentira. Retrata una farsa que inicia su recorrido en las Azores, tiene parada trágica en Madrid y deja su rastro mortal en dos familias vascas: los Berrueta y los Sanchiz. Una farsa en la que se vieron envueltos múltiples representantes políticos, incluidos abertzales.

Algunos han preferido dejar el tema como está. Los promotores de este trabajo explican que Juan José Ibarretxe, por ejemplo, ha declinado la invitación a participar, así que en la cinta sólo quedan las imágenes que recuerdan su categórica intervención en aquella mañana del 11 de marzo: «No son vascos, son alimañas». El PNV tampoco ha querido dar su opinión, pero en la cinta se ve a Josu Jon Imaz condenando «la sobrecogedora tragedia provocada por ETA en Madrid». Sus imágenes se solapan con las de Antton Karrera, de EB («no tienen legitimidad para hacer política») o con las de Xabier Sarasua, de Aralar («ETA: no en nuestro nombre»). Todos ellos arrastrados por Angel Acebes, el ministro de Interior del PP: «ETA buscaba una masacre, me lo habían oído decir». Sólo un contrapunto, el de Arnaldo Otegi: «No contemplamos la autoría de ETA, ni siquiera como hipótesis».

El miedo crece

Las declaraciones, en un ambiente de marcada conmoción, se suceden con agilidad en la cinta. Y se cuenta como, en paralelo, crecía un sordo temor en sectores abertzales, fuera del foco de las cámaras.

Es un temor que casi se puede palpar en el testimonio de Ikerne Indakoetxea. Fue una de las vascas golpeadas en prisión por presas sociales y funcionarias. Enviarlos a aislamiento sirvió en realidad para «marcarlos». Temor era también el de los vecinos de Donibane que recuerdan cómo aquel día empezaron a aparecer banderas españolas en los árboles del barrio. Y el de los jóvenes de Iruñea que cuentan cómo se decidieron a responder a la manifestación de Iruñea «por la Constitución y contra el terrorismo» convocada por el Gobierno del PP y secundada por muchas fuerzas vascas. Llevaron una pancarta que decía «200 razones más contra la guerra», y estuvieron a punto de ser linchados.

«No se soportaban»

La familia Berrueta siempre ha subrayado que su mayor motivo de indignación es la posición del fiscal. La película recupera la rueda de prensa en la que un Javier Muñoz sonriente argumenta que Valeriano de la Peña y Angel Berrueta en realidad «son vecinos que se llevan mal y que acaban de manera explosiva», «dos vecinos que llega un momento en que no se soportan». Una tesis que ni siquiera Del Burgo comparte.

Luego, el juicio, la primera condena y la posterior absolución de la mujer del policía, que ha dejado en el barrio y en la familia Berrueta Mañas un poso de amargura. La viuda de Angel, Mari Carmen, constata que Rubio «tuvo dos defensores»: su abogado y el fiscal. Y otro de los vecinos de Donibane aporta una de esas reflexiones callejeras cargadas de sentido común: «El mismo que pagaba a su marido paga a los jueces». Por eso, el último día del año pasado cerca de 2.000 personas arroparon a la familia tras una pancarta con el lema «Justicia para todos» y las fotos de Berrueta y Sanchiz.

En la película, algo más de una hora de duración, hablan políticos como Del Burgo, Arnaldo Otegi, Gemma Zabaleta, Patxi Zabaleta, Uxue Barkos... También vecinos del barrio, amigos de Angel, su mujer Mari Carmen y su hija Aitziber. Y periodistas, analistas o simples ciudadanos que tienen algo que decir sobre aquellos días que sobrecogieron y afectaron a todos.

La presentación de la película, que tiene como título completo «Atocha, El Pozo, Santa Eugenia... 13-M Donibane», será el sábado a las 19.00 en el Pabellón Anaitasuna. Servirá también para homenajear a Angel Berrueta, a pocos días de que se cumplan tres años de su muerte. Y sobre todo para dejar claro que «el caso no va a caer en el olvido. Para nosotros y nosotras todavía no ha terminado».

Kontxi SANCHIZ

La cinta se centra en el 13-M, pero no olvida que en Euskal Herria también hubo un 14-M trágico, cuando Kontxi Sanchiz falleció en Hernani tras la carga de la Ertzaintza. La denuncia de una de sus hijas se contrasta con las palabras de Javier Balza.

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