La Asociación de Promotores Musicales (APM) agrupa en la actualidad a 45 promotoras, que son responsables del 80% de los conciertos de iniciativa privada del Estado español. De éstas, solamente cinco están enraizadas en Euskal Herria, ya que el movimiento musical parece dirigirse desde ciudades como Madrid y Barcelona. Una de ella es Get In, que fue fundada en 1990 por el recién elegido presidente de la APM, Iñigo Argomaniz.

¿Donostia acogió la semana pasada la séptima asamblea general de la APM, en la que usted fue elegido nuevo presidente. ¿Cuáles son sus cualidades?

Estoy encantado de que me hayan elegido. Conozco este negocio hace 27 años, cuando empecé con la empresa Tiburón, luego monté Get In y, además, soy miembro de la junta directiva de la Asociación de Promotores Musicales. He trabajado con todos y tengo buena relación; eso es una buena aportación para la asociación.

¿Cuál es el objetivo que persigue la Asociación de Promotores Musicales?

Lo primero que tengo que decir es que en este mundo existe una competencia bestial. Hace 27 años era muy difícil vislumbrar la unión entre las promotoras, ya que, muchas veces, estamos matándonos y pegándonos todos por un artista y, por lo tanto, es una pelea directa, pero al final la profesionalidad y la madurez del negocio ha hecho posible que integremos una asociación para luchar por cosas comunes. Es el momento de estar juntos porque necesitamos aportación al negocio.

¿Cuál es la línea de trabajo que va a seguir la asociación que ahora preside durante los próximos dos años?

Lo que pretendo es afianzar la asociación y, a pesar de que sea difícil, mi labor va a ser integrar a ese 15% de asociados que están fuera. Por otra parte, estamos en pleitos con la Sociedad General de Autores porque queremos que se equiparen los pagos a los que se dan en el resto de Europa. Es decir, en el Estado español por concierto se paga a la Sociedad un 10% frente al 2% que pagan el resto de los países.

En esta asociación sólo es promotor aquél que arriesga dinero y, en su mayoría, la Asociación de Promotores Musicales la integran promotoras que apuestan por grandes festivales como Bilbao Live, Summer Festival o Sonar. Otro tema sobre el que estamos trabajando es el acceso de menores de 18 años a locales privados. Ya que estamos teniendo problemas porque la Ley del alcohol impide que los jóvenes puedan disfrutar de estos conciertos que están expresamente destinados a ellos. Todo esto a pesar de llegar a acuerdos para que no se les venda alcohol durante la actuación. Estos son algunos de los puntos.

¿Cómo valora la situación actual de las promotoras?

No tiene nada que ver el negocio de ahora con el de antes. Hace 27 años, cuando comencé en esto, éste era un negocio en el que todas las cosas se hacían de forma muy poco profesional, con mucha ilusión pero con muy pocos medios. Hoy en día se puede decir, sin embargo, que el negocio está super-profesionalizado y que está cambiando a una velocidad increíble. Como ejemplo, comentar la venta de entradas sistematizadas por cajeros o el hecho de que en los conciertos no se maneje dinero en metálico. Por otra parte, nos tenemos que adecuar a la gran crisis del disco y las discográficas a raíz del pirateo. Se dice que se han vendido más discos que nunca. Pero no son legales los más vendidos. Otro punto a destacar es la difícil situación en la que pone a los promotores privados el gran desembarco de las instituciones públicas en este negocio.

¿Afectan estos cambios, en alguna medida, a Get In?

Después de 17 años Get In está afianzada y estamos tranquilos porque es importante haber aguantado como promotores independientes durante este tiempo. El problema que vemos es que el caché de los artistas cada vez es mayor y los números no salen. No se pueden hacer conciertos con los que vas a perder más de 20 millones. Por eso no se pueden hacer giras o conciertos al uso y se apuesta más por los festivales.

¿Le supone algún riesgo el hecho de trabajar desde Donostia cuando todas las grandes firmas realizan sus negocios desde Barcelona o Madrid ?

Nuestra sede está en Barcelona. Yo trabajo aquí pero todas las semanas voy a Madrid. El precio que pago es el de tener que viajar y coger vuelos. Llevo artistas como M-Clan, de Murcia; Los Piratas, de Vigo; o Coti, de Argentina. Hoy la ciudad en la que estés no es un problema para llevar el negocio, al revés, incluso, creo que el hecho de estar en Donostia me ha permitido un visión rica, que he sabido aprovechar. De hecho, los grupos de muchos sitios han confiado en una productora lejana de todo el ruido de las grandes ciudades. Además, me gusta mucho volver a mi refugio después de la lucha y la competencia a las que tienes que hacer frente.

Duncan Dhu, La Oreja de Van Gogh, Barricada o Alex Ubago son algunos artistas con lo que usted trabaja. ¿Ayuda que Get In trabaje desde Donostia para que los artistas vascos se abran hueco en el panorama musical internacional?

Cuando empecé en este negocio aquí habría unas veinte discográficas y ahora, a día de hoy, tan sólo existen alrededor de cinco. Por lo tanto, se reduce el espacio para que la gente pueda publicar cosas. Conocí a Alex Ubago cuando era un estudiante y tenía 17 años. El tenía calidad y valor escribiendo. Lo único que hice yo fue animarle, ayudarle e intentar guiarle pero alguien que tiene que contar algo siempre acaba saliendo y en Euskal Herria siempre hay gente que quiere contar cosas.

¿Cuál es el programa que Get In ha diseñado para 2007?

Estamos trabajando ahora con Maná, que viene el próximo 17 de junio al BEC de Barakaldo; con Barricada, que estará en Kafe Antzokia de Bilbo; con Alejandro Sanz, que actuará en Donostia el 21 de setiembre; y, por último, con los conciertos que ofrecerán Coti, Dover y La Oreja de Van Gogh el 5 de mayo en el BEC. Esas son las actuaciones que tenemos más cercanas pero todavía estamos cerrando el programa para este año con otra serie de artistas que ya iremos anunciando.