No hay mal que por bien no venga
Lotina recuperó el trivote con el que se comenzó la temporada y la experiencia fue positiva y Herrera marcó el 0-1, pero la angustia por defender los puntos, una intervención clave de César y otro error arbitral en un penalti inexistente provocaron la remontada maña
Joseba ITURRIA
Hay que buscar siempre lo positivo y cuando un ser querido agoniza sin posibilidades reales de sobrevivir lo mejor es que el final llegue cuanto antes y con él la agonía de todos. Y el Consejo ha conseguido con su obsesiva obcecación por ligar cualquier decisión sobre su futuro a la confirmación matemática del punto final a 40 años en Primera que lo mejor casi sea que las pocas posibilidades se agoten cuanto antes para empezar a tomar decisiones que permitan dar vida a este club en Segunda.
Porque lo más importante, por desgracia y salvo milagro, no es lo que va a pasar hasta el mes de junio, sino lo que sucederá después y que cuanto antes acabe la indefinición y se empiecen a tomar decisiones. El partido de Zaragoza sirvió para confirmar que incluso es bueno para los futbolistas asumir que todo está perdido y quitarse esa mochila de angustia que les impide jugar a fútbol, que les empuja con su ley de la gravedad hacia la portería de Bravo y ayuda al Zaragoza a empatar el partido con diez realistas en los últimos 25 metros del campo sin que ninguno impida mandar el balón a Celades, a Everthon tocarlo y a Aimar chutar a placer. Con nueve jugadores en ocho metros los rivales no pueden elaborar un gol tan fácil.
Y es que los jugadores de la Real están en tal estado de ansiedad y de angustia que la única remota manera de evitar el descenso es asumir que ya está todo perdido, quitar esa presión que les atenaza y saltar al césped simplemente a ganar un partido de fútbol, a defender un escudo y a demostrar que son mejores futbolistas que lo que demuestran. Y deben abandonar esa mochila que impide reaccionar con el marcador en contra y manejarse cuando está a favor. Porque por eso la Real desaprovechó un buen inicio en el que Lotina recuperó el trivote con el que Bakero comenzó la temporada y que el de Meñaka sólo utilizó en el primer tiempo de Vigo.
Buen comienzo
Con la superioridad en el centro del campo, la Real controló bien el partido, llegó con relativa facilidad al área rival y eso le permitió adelantarse en el marcador.
A partir de ahí quiso defender la ventaja y se echó demasiado atrás. No sufrió mucho antes del descanso, pero la tendencia a recular se agudizó en el segundo tiempo, Víctor Fernández aprovechó la circunstancia para arriesgar con la salida de Everthon y el riesgo de unos unido al miedo de otros motivó que con esos condimentos se cocinara la jugada clave del empate.
A partir de ahí el partido se rompió con llegadas fáciles de ambos equipos al área rival. Así Xabi Prieto tuvo la opción de adelantar de nuevo a la Real en una buena contra en la que César estuvo providencial y esa parada unida a la enésima decisión arbitral contraria motivó que se consumara otra derrota. No fue la única decisión contraria de Megía, porque Diogo debió ser expulsado en dos lances con Aranburu que ni fueron sancionados con falta.
Enseguida sentenció Everthon y el tanto de Díaz de Zerio sólo sirvió para maquillar otra derrota injusta porque la Real tampoco mereció perder ayer como en tantos otros partidos. Pero casi siempre pierde y la racha es ya de un punto en ocho partidos y en esta situación lo mejor es pedir a jugadores y técnicos que sigan el mismo camino de los últimos partidos, pero sin angustia y sin miedo, y al Consejo que se deje de comunicados y se defina cuanto antes quién va a dirigir este club en el futuro.
Un Miguel Angel Lotina molesto con el arbitraje de Megía Dávila señaló tras el partido que «en el descanso nos veíamos a ocho puntos y al final en el vestuario hay jugadores que están llorando. Estamos fastidiados porque una victoria hubiera supuesto ponernos a ocho puntos, que a falta de trece jornadas no me parecen tantos. En el primer tiempo, sin hacer un gran partido, el Zaragoza estaba espeso y nos hemos ido con el 0-1. En el segundo el Zaragoza ha salido a achuchar y ha empatado. Tuvimos la oportunidad de adelantarnos y no ha sido así. Además ha habido más jugadas claves. Desde el banquillo me ha parecido que a Aranburu le hacen falta y es expulsión con el empate a uno. Además tengo muchísimas dudas con el penalti. El árbitro está a cuatro metros y no lo ha visto así, pero a mí desde el banquillo no me ha parecido penalti y él lo tiene que ver mejor... Yo sólo pido a los árbitros que cuando les toque dirigir a la Real vengan a pitar a dos equipos de Primera porque si vienen pensando que pitan a un equipo que se va a Segunda y a otro de Primera, igual el subconsciente influye. Ha habido pocas jugadas, pero alguna importante para pasarla por alto».
El goleador Germán Herrera señalaba que «estaba contento en el momento en que marqué mi primer gol con la Real, pero no sirvió de mucho. Debemos pensar en lo que hicimos bien y mal. Hicimos un buen primer tiempo, pero en el segundo no. Sabemos que cada paso es en falso, pero hay que pensar en seguir trabajando y en lo que viene».
Díaz de Zerio no estaba nada contento por marcar su sexto gol de la temporada en los escasos minutos que ha tenido. Al respecto señaló que «el gol me da lo mismo. Te vas con 3-2 y no sabes qué cara poner. Hay que seguir adelante. Siempre nos pasa lo mismo, no merecemos perder, pero una derrota más y una jornada menos. Cada vez queda menos tiempo, pero somos los primeros que debemos trasmitir que creemos en lograrlo».
La primera plantilla está citada a las once en Zubieta, mañana descansará y el miércoles empezará a preparar la visita del Mallorca el domingo a las 5 en Anoeta.
En el palco de Zaragoza destacó la presencia del ex presidente realista y de Salva Iriarte, al que se situó como segundo de John Toshack si Fuentes recurría a él.