Para leer esta carta les recomiendo que pongan su mente en blanco, anulen su capacidad crítica y comiencen su lectura. Me creo que los políticos velan por el interés general y no ceden a las presiones e intereses de empresas y particulares. Me creo que los técnicos responsables de grandes obras públicas son profesionales competentes e independientes. Me creo que las preocupaciones de políticos y técnicos en la construcción de una gran obra hidráulica son la seguridad y el bienestar de las poblaciones afectadas. Me creo que la información que transmiten a la opinión pública es veraz, transparente e inmediata. Me creo que el deslizamiento de agosto de 2006 de tres millones de m3 de tierra en la ladera izquierda del pantano de Esa no suponía peligro y que no se alertó para no incomodar a nadie en sus vacaciones de verano. Además, agosto de 2006 suena como muy lejano y así el susto que uno se lleva es menor. Me creo que, al igual que Esa, el pantano de Itoitz es seguro y que los más de 400 terremotos son normales y no deben causar alarma. Me creo que el deslizamiento de la ladera izquierda del pantano de Itoitz se detendrá por sí solo, y si así no fuera, nos tendrán puntualmente informados. Me creo que no se ha comunicado nada del Plan de Emergencia a las poblaciones aguas abajo porque, si no hay peligro, ¿para qué perder el tiempo con nimiedades? ¿Y quién mejor que los habitantes para saber hacia dónde correr si ocurre alguna emergencia en la presa? Hay motivos más que sobrados para creer, y si no están convencidos, relean el artículo 100 veces, seguro que al final también creen.