El Consejo se reunió ayer sin que trascendiera ninguna voluntad de variar su posicionamiento de la pasada semana, que deja al club en una situación de indefinición total ante su futuro. En sus últimas comparecencias, el presidente Miguel Fuentes ha asegurado que el Consejo no trabaja sobre la hipótesis de que se bajará a Segunda, lo más probable. Y las consecuencias de un descenso son tan importantes que exigen la toma de decisiones inmediatas, máxime cuando el Consejo no tiene la confianza de la masa accionarial y se va a ver obligado a convocar una Junta Extraordinaria para definir quién debe asumir la dirección del club a partir de ese momento.

Es tan necesario iniciar el proceso de toma de decisiones que Fuentes ha conseguido que para muchos lo mejor para la Real sea lo que nunca puede ser bueno, perder ante el Mallorca para que Anoeta obligue el presidente a iniciar el debate sobre la dirección ya sin esperar a la certificación matemática.

Porque la Real no puede esperar a que se certifique matemáticamente se descenso para convocar una Junta que necesita al menos un mes para su realización, ni esa convocatoria debe ser presentada como una moción de confianza. Si el Consejo cree que los accionistas confían en él debe convocar el proceso electoral y presentarse a él y permitir que haya alternativas y que, a partir de ese momento, quede claro quién debe dirigir el club, quién tiene que ser el entrenador, definir la filosofía deportiva que debe seguir la Real y, en base a eso, configurar la plantilla y enfrentarse al gran problema de reducir unos gastos comprometidos para el próximo año similares a los de éste con unos ingresos que se reducirán de manera importante.

La caída de ingresos

En el presupuesto de este año están recogidos 10,5 millones por televisión y para el próximo la cantidad se reduciría a uno. Entre abonados e ingresos de Liga están recogidos 9,4 millones que se reducirán a menos de la mitad porque habrá muchas bajas y se reducirán los precios de los abonos y de las entradas.

Además los ingresos de publicidad se reducirán de manera muy importante. Para este año se presupuestaban 7,2 millones y en junio acaban los contratos de los principales patrocinadores, salvo la Diputación que aportará dos millones. Fiatc, por ejemplo, paga este año 1,2 millones por unas condiciones pactadas cuando el equipo fue subcampeón de Liga. No interesa lo mismo verse en la camiseta en la Champions que en Segunda.

También los ingresos de publicidad estática se reducirán de manera drástica porque los partidos no son televisados y cuando lo son no tienen la audiencia de la Primera División. Es decir, de los 29,3 millones de ingresos asegurados para este año -en el que se recogían otros 5,6 por venta de jugadores que no se han producido- apenas se puede contar con una docena. El agujero de este año se puede cubrir en parte si se confirman los cinco millones por Zubiaurre, pero el del futuro es difícil.

No será fácil sacar mucho dinero por los jugadores que puedan salir. Los dos más cotizados son Bravo y Xabi Prieto y el portero ha bajado su cotización mucho en las últimas jornadas y tampoco el donostiarra ha tenido una gran temporada como para pensar que se pueda ingresar mucho. De hecho, si la lectura que saca la Real es la que debe, la misma que realizó hace 45 años, sería bueno renovarle salvo que haya una gran oferta que difícilmente llegará cuando sólo le queda un año de contrato.

Gastos similares

Si los ingresos se van a reducir de manera importante, los gastos comprometidos son similares y no son fáciles de eliminar. Sólo acaban contrato de los presupuestados, Rossato, Felicio, Kovacevic y Aitor. Los demás tienen por lo menos asegurado el año que viene y será difícil eliminar las fichas de algunos que no cuenten porque son de Primera y tras la mala temporada no van a tener muchas ofertas.

Además en el presupuesto del año que viene tendría que incluirse la amortización de todos los traspasos firmados por Fuentes. En función de los que se queden o se vayan, será un mínimo de tres millones, a los que añadir lo que se pueda pagar por futuras incorporaciones. De los veinte millones presupuestados este año apenas se van a poder recortar media docena en estos dos apartados que son los más importantes.

Y lo demás es difícil de recortar porque la siguiente partida más importante es la que afecta a trabajadores y técnicos, que asciende a tres millones. Y es una partida en la que un despido en algunos casos es más caro que la continuidad por las indemnizaciones... Porque el Consejo de Fuentes ha recortado al máximo los gastos y resultará difícil agudizar esa tendencia.