El pulso que mantienen la Unión Ciclista Internacional (UCI) y los organizadores de Tour, Giro y Vuelta acabó con empate técnico y provisional el lunes a la noche. El acuerdo pone en principio fin a sus diferencias y todas las partes se comprometen a alcanzar una solución de larga duración este año, por lo que la París-Niza se disputará con normalidad a partir del domingo.

Tras nueve horas de reunión en el aeropuerto de Bruselas, UCI y organizadores alcanzaron un acuerdo de mínimos y de carácter provisional, bajo un talante construcivo. Todos decidieron -los equipos también- mantener encuentro mensuales y alcanzar una solución definitiva antes del 21 de setiembre.

Se puede decir que la UCI vio su autoridad menoscabada pues la París-Niza se va a celebrar bajo el criterio de la ASO -organizador del Tour-, pero, el Pro Tour sigue vigente.

Las organizaciones se comprometen a invitar a los 18 equipos del Pro Tour y examinarán con «espíritu positivo» conceder invitaciones a Astaná y Unibet. La Asociación de equipos mostró ayer su satisfacció, no así Jacques Hanegraaf el mánager del conjunto belga quien calificó de «inaceptable» el acuerdo.

«Vamos a recurrir a las acciones judiciales pertientes para hacer valer nuestros derechos. Hemos invertido 32 millones y ahora se nos retira el derecho a competir», acusó Hanegraaf.