Crítica cine
«Eutsi!" No a la deslocalización
Mikel INSAUSTI
Aupa Etxebeste!» ha sido una película decisiva a la hora de dar con una vía para la producción cinematográfica en euskara, al conseguir conciliar el entretenimiento con un trasfondo social y costumbrista propios. Una base que, de momento, se muestra sólida, y sobre la que resultan factibles otros proyectos igual de dignos y de exportables, de los que «Eutsi!» es un claro y buen ejemplo. Se trata de una meritoria ópera prima, que nos descubre a otro joven realizador con un prometedor futuro. Hay que felicitar al zumaiarra Alberto J. Gorritiberea, que exhibe una precoz profesionalidad como artesano sobradamente capacitado para sacar adelante de forma solvente un trabajo de encargo. Ha entendido muy bien lo que es el paso del medio televisivo al cine, empresa titánica dentro de nuestro limitado mercado, en la que otros han fracasado. Resuelve con soltura todas las situaciones, a la vez que sabe remontar el vuelo cuando el ritmo de la narración decae o los diálogos se empiezan a repetir peligrosamente. Se le nota oficio, un sexto sentido e intuición para sacar el máximo partido a los medios con los que cuenta. Además, posee un gusto envidiable para los encuadres, perceptible en el empleo funcional pero quedón de las localizaciones, tan ajustadas cuando se mueve en medio de paisajes urbanos degradados como en escenarios abiertos.
Sobre algunos de los comentarios previos que comparaban «Eutsi!» con «Los lunes al sol», he de apuntar que tal vez se deban al estado de ánimo que transmite la banda sonora, gracias al extraordinario trabajo de composición que ha hecho Bingen Mendizabal, emparentable en cuanto a sensibilidad melódica con el llevado a cabo por Lucio Godoy para Fernando León de Aranoa. Pero ahí se acaban los paralelismos, ya que la realización de Gorritiberea encuentra su particular equilibrio interno entre el tono dramático y el de comedia, personalizado en los caracteres antagónicos de los dos protagonistas. Asier Hormaza y Anjel Alkain forman el tipo de pareja en la que los polos opuestos se tocan, dando como resultado una mezcla tragicómica que conlleva una relación de amor-odio entre colegas inseparables y condenados a entenderse. No hace falta decir quién es quién, a sabiendas de que el estilo interpretativo interiorizado es el del primero, y que la comicidad es algo innato e irrefrenable en el segundo.
La escena antológica por la que «Eutsi!» pasará a formar parte de lo mejor de nuestro cine es la del parto, con una enérgica actuación de Nagore Aranburu llena de rabia, humor airado y autenticidad. Cada vez que empuja con todo su ser para que salga la criatura va maldiciendo, una por una, las distintas circunstancias adversas de su vida, incluido el día en que conoció a su marido. Pero entre ellas está, como no, el conflicto laboral que aparece como leit motiv de la película, inspirado según creo en el de la empresa Caballito de Gasteiz. Que el problema actual de la deslocalización esté tratado en un tono ligero, no quiere decir que la película no se lo tome en serio. Por el contrario, es integrado de modo sutil en una panorámica más amplia del estado de cosas imperante y de la pérdida de identidad que conlleva la globalización. Si se llevan de Euskal Herria las fábricas a otros países, además de los puestos de trabajo, también nos quitan, como diría el personaje luchador de Kandido Uranga, la dignidad.
Director:
Alberto J.
Gorritiberea.
Guión:
Unai Iturriaga,
Alberto
J. Gorritiberea.
Intérpretes:
Anjel Alkain,
Asier Hormaza,
Oihana Maritorena, Nagore Aranburu, Kandido Uranga.
País: Euskal Herria.
Duración: 90 minutos.
Género: Road movie.