Mari Carmen Mañas

Viuda de Angel Berrueta

El próximo día 13 hará tres años que nos arrebataron a Angel de nuestro hogar. Fue un policía nacional asesino y su hijo, y su mujer y madre Pilar Rubio, cómplice directa, aunque la hayan dejado en libertad sin cargos.

Han sido tres años angustiosos por las amenazas de muerte que hemos tenido y estamos teniendo, rotura de coches, cristales de la tienda y la última en la fachada de casa llamándonos «familia Berrueta Mañas asesinos al paredón. En el mes de abril estaréis en el cementerio». ¿Cómo creéis que se vive esto? Yo con mucha angustia por miedo a que les hagan algo a mis hijos, que ya les han hecho bastante.

La justicia se ha reído nuevamente, ahora de nosotros, y lo que más nos duele es que a Angel no le hayan reconocido como víctima de terrorismo del Estado, ya que el asesino estaba sirviendo al Gobierno español.

Todos sabéis que el Fiscal Jefe, Sr. Muñoz, es el que metió la pata hasta el fondo, diciendo que «era una riña entre vecinos que se llevan mal...». Peor información no pudo dar, ya que ni somos vecinos de portal, sino de tienda... vamos, que cada uno va por su lado.

Como hemos visto claramente en estos tres años, la justicia tiene dos varas de medir: a los matones, defraudadores, etc... los tienen tres meses en la cárcel y a la calle con todos lo honores, y en nuestro caso, por decir que Pilar Rubio ha sido tan culpable o más que los asesinos directos, la dejan en libertad y sin cargos, ni siquiera tienen en cuenta la no-asistencia a una persona moribunda.

Recurrimos al Supremo y se conoce que se han debido comer mucho la cabeza para pronunciar la misma sentencia que la Audiencia Provincial de Nafarroa. Aquí y allí lo primero que tienen que cambiar es la justicia, ya que no creemos en ella, y es lo que piensa la mayoría de la gente. ¿Quizás entendemos demasiado de injusticias?

No quiero terminar sin agradecer a nuestros abogados la labor que han desempeñado, ellos sí que son justos, y ojalá hubiera muchos como ellos. Estas personas que trabajan pensando en el trabajo que un día eligieron, y que es repartir justicia para todos y todas.