Las fuertes rachas de viento que desde el pasado miércoles están azotando gran parte de Euskal Herria han creado muchos problemas, desperfectos, cortes de electricidad y contratiempos, sobre todo en Gipuzkoa y Nafarroa. Ha sido este último el herrialde más castigado y es que, a pesar de que los bomberos celebrasen ayer su día, tuvieron que realizar numerosas salidas a lo largo de todo la jornada. A última hora de ayer cuatro carreteras todavía permanecían cerradas debido a las crecidas de los ríos. Los cortes se produjeron en el acceso a la capital navarra por el polígono industrial de Landaben, en la NA-1300 entre Irurtzun y Lekunberri, en la NA-2410 en la Sakana, y en la NA-6140, entre Tafalla y Miranda de Arga.

En Iruñea, hubo que retirar numerosas vallas y contenedores que invadían la calzada y sujetar varios andamios. El viento y la lluvia provocaron además caídas de árboles, piedras y desprendimientos en varios puntos de la red viaria, y varios vehículos cercanos a los cauces de los ríos sufrieron desperfectos.

En Donostia, el viento también provocó numerosos daños en edificios y fachadas, pero esta vez se ensañó especialmente con las instalaciones deportivas de la capital guipuzcoana, aunque afortunadamente no hubo que lamentar daños personales.

Uno de los más castigados fue el polideportivo Pío Baroja, ya que el viento arrancó parte de las placas de la cubierta, por lo que los servicios de emergencia, que realizaron más de 250 salidas a lo largo del día, optaron por desalojar la instalación atendiendo a razones de seguridad. Lo mismo ocurrió con el frontón de Igeldo, cuya cubierta tendrá que ser repuesta casi en su totalidad.

También en Oñati, Zarautz y Azkoitia, entre otras localidades, fueron numerosas las actuaciones de estos equipos.

Por su parte, el aeropuerto de Hondarribia se vio obligado a cancelar cinco vuelos durante la jornada.

Daños por un rayo en Bilbo

En Bizkaia, los daños causados por el viento y la lluvia fueron menores que en los otros dos territorios, pero también ocasionaron problemas, aunque a medida que avanzaba el día el temporal fue remitiendo. El más grave, tal vez, el registrado ayer por la mañana en la iglesia de San José de la capital vizcaina, ya que un rayo impactó contra la campana soltando varios mecanismos de sujeción, que fueron nuevamente puestos en marcha por los propios padres agustinos.

El mismo rayo también provocó la caída de la tensión eléctrica en la zona, por lo que la circulación de la ciudad tuvo que ser dirigida, durante toda la mañana de ayer, por agentes municipales.

El polideportivo del barrio bilbaino de Rekalde permanecía cerrado desde el miércoles debido a la rotura de varios cristales, algunos de los cuales cayeron en la piscina.

La autovía que une Nafarroa y Gipuzkoa permaneció cortada durante gran parte del día de ayer debido al vuelco de un camión cisterna que, aunque viajaba vacío, transporta habitualmente mercancías peligrosas. La vía fue abierta por completo a las 16.00.