Pese al empate de última hora, Osasuna encauza bien la eliminatoria para cuartos
Faltó un sorbo para paladear un whisky añejo escocés sin garra
Pudo sentenciar y acabó dejando abierta la eliminatoria, aunque con cierta ventaja para los rojillos. Osasuna dio un baño de estrategia, juego y pundonor al Glasgow Rangers, pero una jugada desgraciada en el último minuto privó a los navarros de una merecida victoria
Natxo MATXIN | GLASGOW
Por bueno se hubiera dado un empate a uno antes del partido. Pero tras lo visto en el Ibrox Park supo a poco. Sólo un error de última hora propició que la eliminatoria no esté decidida, aunque el Rangers se mostró como una escuadra bastante inferior a los rojillos. La mejor lectura del choque fue que Osasuna volvió a una línea de juego muy buena pese al estado del terreno de juego.
No sólo no sufrió en el comienzo del partido -se temía el inicio de los escoceses-, sino que Osasuna incluso llevó el mando del partido ante un Rangers impreciso en los pases.
Lejos de amilanarse por el ambiente hostil proveniente de las abarratodas gradas de Ibrox Park, los rojillos ya avisaron en varias jugadas a balón parado. Nekounam no conectó bien un remate de cabeza en el minuto 7, cosa que sí hizo Webó instantes después, aunque su testarazo fue muy centrado a las manos de Klos.
La campanada llegó apenas pasado el cuarto de hora cuando Raúl García peinó el magnífico centro de un avispado Juanlu. Era el premio al mejor saber estar de los navarros, que apenas se vieron inquietados por los locales, que no consiguieron trenzar ni crear ninguna ocasión en la primera parte.
Con la reanudación, el choque ganó en intensidad y ambas escuadras dispusieron de oportunidades. Los escoceses pusieron toda la carne en el asador con la entrada de Novo y Prso, llevando casi todo el peligro en los corners. Sin embargo, fue Muñoz quien pudo matar el partido en el 59 cuando se coló entre líneas y se plantó solo ante Klos, pero el guardameta alemán sacó una providencial manopla.
El Rangers no podía ganar, sólo Osasuna podía darle aire. Y lo hizo en el tiempo de descuento, cuando Juanfran trató de jugar la pelota en lugar de despejarla sin cotemplaciones en el 91 y acabó en los pies de Hemdani, que la colocó muy bien sin que Ricardo pudiera hacer nada. Una injusticia vistos los merecimientos de ambos.
Cerca de un millar de aficionados rojillos se desplazaron hasta Glasgow para animar a su equipo desde las gradas del Ibrox Park. Los hinchas osasunistas disfrutaron de la jornada por la parte céntrica de la ciudad escocesa y, de paso, aprovecharon para degustar la afamada cerveza de este país, a la par que recibieron numerosos apoyos en las calles por parte de los seguidores del Celtic, acérrimo enemigo deportivo del Rangers.
El trivote alineado por Ziganda anuló la poca creatividad escocesa. Smith optó por dejar en el banquillo a Novo, colocando a Ferguson más adelantado, pero eso no significó una mejora en el escaso juego local. El trabajo de Raúl García, Muñoz y Nekounam fue suficiente para que el esférico sólo superara en contadas ocasiones la defensa rojilla.
Además, la adelantada zaga navarra, compacta y sincronizada, hizo caer en el fuera de juego en numerosas oportunidades a los «gers». Junto a ello, un activo Juanlu y un sacrificado Webó pusieron también su granito de arena.
Además, Osasuna fue una constante pesadilla en las jugadas de estrategia. Una y otra vez, los de Ziganda conseguían imponerse en el juego aéreo y sólo la falta de puntería evitó que el resultado fuera más abultado.
N.M.
Pese al postrero empate, que no hizo justicia a lo visto sobre el césped de Ibrox Park, José Angel Ziganda se declaró «orgulloso» por la actitud y juego de los pupilos, algo que extendió a todo el entorno rojillo. «Ha sido uno de los mejores partidos de la temporada, el equipo ha dado la cara desde el primer minuto hasta el final», afirmó.
El técnico rojillo ahondó en ello al asegurar que el rival «se había visto sorprendido por nuestra salida, hemos querido jugar al fútbol y no se les puede reprochar nada a los jugadores. La única pena es que hemos perdonado y podíamos haber sentenciado».
«Hemos intentado meter el segundo gol, pero Klos ha estado bien y quizás nos ha faltado un poco de eficacia. Con el 0-1 hemos ido a por más, pero no se les puede poner ninguna pega al juego y las ganas de los míos», insistió el de Larraintzar.
El buen nivel de los rojillos se pudo apreciar desde el banquillo, desde donde Ziganda reconoció que «estábamos disfrutando del partido y los jugadores también lo estaban haciendo, por eso debemos irnos muy contentos, sobre todo en un estadio al que hemos hecho callar y que ya hemos visto cómo rugía en cada corner y cuando han anotado su gol».
Para este cambio tan drástico en el juego de la escuadra navarra, el preparador osasunista dio dos claves: «que la gente que ha participado tiene otra chispa y que ha jugado mucho más suelta que hasta ahora. Nos hemos atrevido a tener el balón y jugar».
Por el lado contrario, el míster del Rangers, Walter Smith, no pudo sino reconocer el mal encuentro disputado por los suyos. «Estoy decepcionado porque hemos conseguido un resultado que no merecíamos. Si no jugamos bastante mejor en el partido de vuelta, lo tendremos bastante difícil para pasar, además de que tenemos sancionado a Ferguson», dijo.