Revés judicial al plan de Sarkozy para crear un fichero contra la inmigración
Un día después de que el presidente, Jacques Chirac, se negara en su adiós a darle su aval, el candidato de la derecha al Elíseo, Nicolas Sarkozy, sufre un revés judicial al ver anulado, por cuestiones de procedimiento, su plan para fichar a los inmigrantes y a quienes les ayudan.
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El Consejo de Estado, la más alta instancia judicial francesa, ha anulado la decisión del ministro de Interior y candidato de la derecha gubernamental a las presidenciales, Nicolas Sarkozy, de crear un fichero informático con los datos de los inmigrantes sin papeles y de las personas de nacionalidad francesa que les ofrecen ayuda y solidaridad.
El fichero, bautizado como Eloi (del francés éloignement, alejamiento) tenía como objetivo facilitar las expulsiones de inmigrantes a través del control, no sólo de ellos, sino de todos aquellos que les ofrecen un techo y les visitan en los infaustos centros de detención. Duramente criticada por la derecha, el recurso fue interpuesto por la organización SOS Racismo y la Liga de los Derechos del Hombre, entre otras organizaciones.
El Consejo de Estado anula la orden del Ministerio de Interior y le recuerda que debería haber pedido un informe preceptivo a la Comisión nacional informática y libertades (Cnil) para su aprobación vía decreto por la alta instancia judicial.
El Ministerio de Sarkozy, que ya se anticipó a esta sentencia anunciando varios cambios en su tramitación, insistió ayer en que ha sido anulada «por defectos de forma» y anunció el envío ayer mismo a la Cnil de su iniciativa, esta vez bajo la forma de un proyecto de decreto.
El Consejo de Estado confirmó que la anulación no supone prohibición alguna de crear un fichero de esta naturaleza, aunque exige ciertos requisitos en cuanto a la duración y la naturaleza del registro de datos
Las organizaciones demantantes denuncian que este fichero atentará contra los derechos de las personas que ayuden a los innmigrantes y criminalizará la solidaridad.
Sarkozy, que ha hecho bandera de la expulsión de los inmigrantes, no recibió el aval explícito del actual inquilino del Elíseo, Jacques Chirac, en su despedida el pasado domingo, lo que ha abierto el abanico a todo tipo de análisis.
Por contra, el otrora delfín de Chirac y primer ministro, Dominique de Villepin, mostró ayer su apoyo a su antiguo rival.
La prensa británica era muy crítica con el legado del todavía inquilino del Elíseo. «Si la costumbre manda que se digan cosas gentiles sobre alguien que se va, no es fácil en el caso de Jaques Chirac», asegura el «Daily Telegraph». Para «Financial Times», será recordado como «el eterno oportunista, que ha mirado siempre a otro lado ante innumerables cuestiones». «Una veleta», resume «The Guardian».
«Veleta política», coincide al otro lado del Canal de la Mancha el diario belga «Le Soir». «La Libre Belgique» destaca que Chirac «se ha mantenido 40 años en política contra viento y marea» pero, recuerda, «en 40 años ha dicho todo y su contrario».
La prensa española, desde «El País» a «ABC», coincide en su «versatilidad»
En Alemania, «Berliner Zeitung» considera que Chirac «deja a Francia en el estado en que la halló en 1995».
«Der Spiegel» le acusa de no haber seguido nunca «los consejos que se permitió dar el domingo a su pueblo». En buena parte de ello subyace la imputación de responsabilidades a Chirac por el «no» francés al proyecto constitucional de la UE. Ello explica el silencio oficial , sólo roto por la canciller alemana, Angela Merkel, que tuvo buenas palabras para su «leal» socio en el eje franco-alemán.
La cuestión pasa de puntillas en EEUU, cuyos principales rotativos ponen el acento en que pasará a la historia «por liderar la oposición a la guerra de Irak». Quizás por ello es alabado por la prensa rusa, que saluda la «brillante carrera» del «eurosaurio», y China, que le califica de «dinosaurio político». .
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El PS ha querido ver en el silencio de Chirac sobre Sarkozy y en su advertencia contra el racismo un intento del inquilino saliente del Elíseo de marcar distancias con el candidato oficial de la derechista UMP.