El Baradei confía en normalizar las relaciones en su visita a Pyongyang
El director general de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA), Mohamed El Baradei, inició ayer una importante visita a Pyongyang en busca de «un resultado positivo" que permita aplicar el compromiso norcoreano para desmantelar su programa nuclear. «Esperamos poder avanzar en nuestras relaciones", declaró a su llegada a la capital de Corea del Norte.
GARA |
Mohamed El Baradei, director general de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) es el primer responsable de este organismo que viaja a Corea del Norte en los últimos quince años y el primer miembro de la AIEA que lo hace desde que, en diciembre, de 2002, fueran expulsados los inspectores internacionales, antes de que Pyongyang abandonase el Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares.
El Baradei llegó ayer a la capital norcoreana, donde expresó su esperanza de que su visita sirva para avanzar en las relaciones con Corea del Norte, en el marco del acuerdo de desnuclearización firmado el pasado mes en Pekín por las dos Coreas, China, Japón, EEUU y Rusia. El citado acuerdo recoge un compromiso a cerrar antes de 60 días su reactor nuclear de Yongbyon a cambio de ayudas internacionales en materia energética. Además, se comprometió a permitir las inspecciones de la AIEA de sus instalaciones nucleares.
«Vamos a abordar la forma de aplicar el acuerdo alcanzado el 13 de febrero y espero que su resultado sea positivo», explicó al llegar a Pyongyang, según la agencia surcoreana Yonhap.
Optimismo
Antes de partir hacia Corea del norte, en el aeropuerto de Pekín, El Baradei resaltó que la reunión con el régimen norcoreano se centrará en normalizar las relaciones entre Corea del Norte y la AIEA. Se mostró optimista en que haya «progresos» en cuanto a las relaciones de la AIEA con Pyongyang. El Baradei, que regresará hoy a Pekín, tratará de abordar el proceso de cierre del reactor nuclear norcoreano, así como detalles de los planes relacionados con las inspecciones de la AIEA.
El viaje de El Baradei se produce tras la difusión, por parte de la agencia Yonhap, de una noticia referida a la detección de indicios de que Corea del Norte suspendió en los últimos días el funcionamiento de su reactor nuclear de Yongbyon.
Sin embargo, fuentes diplomáticas consultadas por la agencia surcoreana aseguraron desconocer si se trata de una suspensión temporal o si forma parte de los pasos para aplicar el acuerdo de desnuclearización. Las mismas fuentes indicaron que la actitud de Pyongyang puede estar relacionada con la visita de El Baradei y apuntaron que su verdadera intención se podrá conocer tras el viaje.
A partir del día 19 se iniciará en Pekín una nueva ronda de las conversaciones multipartidistas a seis bandas sobre el programa nuclear surcoreano.
En otro orden de cosas, Pyongyang criticó ayer por «discriminatoria» la decisión de la ONU de suspender su programa de desarrollo para Corea del Norte.
«Estúpido intento»
El Ministerio de Exteriores norcoreano señaló que «Pyngyang no se preocupa sobre si recibe poca asistencia del PNUD o no, pero no tolerará ningún estúpido intento de dañar su dignidad». El Programa de la ONU para el Desarrollo (PNUD) suspen- dió su programa norcoreano la semana pasada, después de que EEUU alegara que el dinero de la ONU estaba siendo desviado para «fines ilícitos», incluido el desarrollo de armas nucleares.
Las acusaciones de EEUU son «meras mentiras» que buscan «perjudicar la imagen internacional» de Corea del Norte, declaró un portavoz norcoreano.
Añadió que su país, que ha pedido explicaciones al PNUD por esa suspensión, «tiene la firme determinación de no recibir ninguna asistencia políticamente motivada que busque un fin siniestro en el futuro».
Ban Ki-moon, secretario general de la ONU, ordenó una auditoría externa de todas las operaciones de la ONU en Corea del Norte, que comenzó el lunes.
El ministro de Asuntos Exteriores iraní, Manoucher Mottaki, defendió ayer en la sede de la ONU en Ginebra que el programa nuclear de su país es «legal y pacífico», pero se mostró conciliador sobre la posibilidad de encontrar una solución que calme las inquietudes que despierta en la comunidad internacional. En una rueda de prensa, señaló que aunque su Gobierno se inclina por la primera de estas opciones, también «se prepara para cualquier otra situación». No obstante, se mostró escéptico sobre la posibilidad de que se produzca una acción militar contra su país por su negativa a detener su programa de enriquecimiento de uranio.
En su intervención en la Conferencia de Desarme de la ONU, también ayer, aseguró que EEUU e Israel son las principales amenazas para la seguridad en Oriente Próximo. Recordó que Israel es el único país de la región que se niega a adherirse al Tratado de No Proliferación Nuclear, pese a que sus autoridades han reconocido tener armas nucleares, y se mostró sorprendido por que no se tomen medidas para contener «la verdadera fuente de peligro nuclear en Oriente Próximo», mientras que Irán «está sometido a una tremenda presión para que renuncie a su derecho».
Respecto a EEUU, manifestó que con su decisión de invadir Irak so pretexto de eliminar armas de destrucción masiva, «lo único que ha conseguido es crear más inseguridad» en la zona.
Mottaki recalcó, asimismo, que «por el momento» no ve ninguna razón inmediata para que Irán paralice su programa nuclear, pero dijo que bajo ciertas condiciones se estudiaría esa alternativa.
Pyongyang tachó de «mentiras que buscan perjudicar su imagen internacional» las acusaciones de EEUU de que desvía para «fines ilícitos» el dinero que recibe de la ONU y que han provocado la suspensión de un programa de desarrollo.