El Gobierno de Sudán acusó ayer a la misión de la ONU autora de un crítico informe sobre la situación en Darfur de no ser imparcial y aseguró que no aceptará consideraciones del Consejo de Derechos Humanos de la ONU sobre las conclusiones del texto.

En su intervención ante el CDH, que celebra su IV sesión en Ginebra, el ministro sudanés de Justicia, Mohamed Ali Al Mardi, criticó duramente la actitud de la responsable de esa misión y Premio Nobel de la Paz 1997, Jody Williams.

Sostuvo que la activista mostró una «actitud hostil hacia Sudán» tras su designación y la criticó por su decisión de elaborar el informe con información recogida en los países vecinos, ante la imposibilidad de obtener un visado por parte de las autoridades sudanesas.

Para el ministro, una labor de ese tipo «nunca puede ser realizada desde fuera del lugar en cuestión» y denunció que esa práctica no tiene precedentes y evidencia «un doble rasero». A su juicio, «los que hoy insisten en ver el informe de esa misión no se han pronunciado sobre la negativa de algunos países de permitir el acceso a misiones similares previas» creadas también por el CDH.

Siguiendo con su argumentación contra la misión encabezada por Williams, el ministro Al Mardi dijo que la selección de sus integrantes se realizó «como resultado de presiones injustificadas» y sin considerar las objeciones de su Gobierno. Mencionó que había cuestionado a otro de sus integrantes por haber expresado supuestos «juicios preconcebidos» al haber hablado «de genocidio» en Darfur, en referencia implícita al ex Alto Comisionado para los Derechos Humanos, Bertrand Ramcharan, según confirmaron fuentes de la ONU.