Ultimamente, las palabras que más escuchamos son «paz» y «solidaridad». Creo que todos reconocemos en qué temas queremos que estos conceptos se desarrollen. Yo quisiera hallar un nuevo campo de aplicación para estos conceptos.

Pienso que estamos en una situación en la que la paz y solidaridad que deseamos deberían llegar también al césped de los campos de fútbol vascos. A día de hoy, por mucho que duela, la Real Sociedad está llamando a las puertas de Segunda División, y el Athletic está también en una situación difícil.

Creo que es el momento de apelar a una paz vasca sobre el césped y pedira la Real que cuando tenga que enfrentarse con rivales directos del Athletic, aun sabiendo que son profesionales que van a dar el 100% en el campo, procuren, además de defender a la Real, echarle una mano amiga al Athletic, que es nuestro rival, pero también nuestro vecino y hermano.

Quiero aclarar que soy hincha de la Real. Pero si, dado que mi propia salvación parece casi imposible, puedo contribuir a salvar a mi vecino, creo que es un sentimiento positivo que no debería verse afectado por forofismos cainitas. En el deporte vasco, como en la sociedad y en la política, también es muy necesaria la paz y mucha solidaridad. Los realistas tenemos una gran ocasión de ponerlo en práctica. Quién sabe, a lo mejor dentro de algún tiempo hasta hay un efecto «boomerang».