El PP corrige a Sanz tras implicar al Rey en la defensa del actual marco
Tras su frustrada oferta al PSN de reparto de cargos a cambio de «blindar Navarra", Miguel Sanz volvió ayer a suscitar un aluvión de críticas al tratar de implicar al Rey español en la defensa de sus postulados. Incluso el PP tuvo que salir al paso de unas declaraciones hechas en un desayuno en Madrid donde aseguró que «su Majestad cree en la Navarra foral integrada en la nación española. Puedo dar fe de ello". Mariano Rajoy, líder del PP, estaba presente.
GARA |
El presidente del Gobierno navarro, Miguel Sanz, dio ayer otra muestra de su nerviosismo al tratar de implicar al Rey español en la defensa del actual marco político de Nafarroa. Sus palabras no sólo acarrearon el rechazo abierto del PSOE, sino que desde el PP también tuvieron que salir a la palestra para tratar de restarles importancia. Y es que en el desayuno en Madrid en el que había efectuado sus polémicas declaraciones estaba la plana mayor del PP, con Mariano Rajoy, Angel Acebes y Esperanza Aguirre a la cabeza.
En concreto, el líder de UPN dejó caer que «la Corona está plenamente comprometida con el régimen foral de Navarra y en ningún caso acepta ni aceptaría ninguna veleidad que lo pueda poner en duda». Aseguró en tono contundente que «puedo dar fe de ello», aunque curiosamente a continuación matizó que no diría más por discreción.
Sus palabras no tardaron en levantar una intensa polémica entre una clase política que se cuida mucho de no implicar a la figura del Rey en cuestiones políticas como ésta. Poco después Soraya Sáenz de Santamaría, la secretaria de Política Autonómica y Local del PP, trató de ofrecer una peculiar explicación de estas palabras: dijo que en realidad Sanz quería destacar «el interés y especial cariño» de la familia real española por Nafarroa y reflejar que ésta es «una comunidad que siempre ha demostrado una gran lealtad al proyecto de la Corona y al futuro de España».
«En ningún caso en su discurso voluntariamente o a iniciativa propia ha involucrado a la Corona», argumentó el PP.
Sin embargo, las palabras de Sanz no pudieron ser más claras: «Su Majestad el Rey cree en la Navarra foral, integrada por derecho propio en la nación española», afirmó en el desayuno.
Desde el PSOE, por contra, se consideró que tras esta intervención Sanz queda «descalificado para seguir ejerciendo la presidencia de la Comunidad Foral». Fueron palabras del secretario de Política Municipal y Libertades Públicas, Alvaro Cuesta, para quien «la irresponsabilidad debe ser inmediatamente corregida y eliminada del discurso político del PP».
Cuesta no ahorró calificativos contra Sanz, del que dijo que «es incompetente, incapaz y sobre todo irresponsable». Le recordó que «en este país no se puede implicar a la Corona en el debate político y en la mentira. La Corona está al margen, está con la Constitución Española, y todo lo que se añada supone una lamentable ejercicio de manipulación y de intentar apropiarse de los símbolos», añadió.
En Iruñea, la intervención matinal de Sanz y el revuelo consiguiente monopolizó una comparecencia de Fernando Puras que había sido convocada de antemano para solicitar que se rebaje la crispación en Nafarroa. El candidato del PSN incidió en la «inseguridad» de Sanz. Y, una vez más, Puras denunció «la ficción de que Navarra estaba en juego» y aseguró que «la premisa básica» de su partido es «seguir construyendo una Navarra como comunidad propia, histórica y diferenciada».
El PNV también se ensañó con el desliz de Sanz. Josu Erkoreka consideró que «es una muestra más de la irresponsabilidad y la absoluta incompetencia del presidente del Gobierno foral de Navarra, que nos ha deleitado con multitud de frases que expresan estas dos características de su personalidad y de su perfil como líder político».
Alli ve a UPN «pepero»
Pero ésta no ha sido la primera iniciativa polémica de Miguel Sanz en esta semana, al socaire de la manifestación del sábado en Iruñea. El lunes propuso además al PSN un pacto de reparto de cargos a cambio de «blindar» el actual estatus. Y esta iniciativa fue criticada ayer incluso por su socio, CDN. Para su presidente, Juan Cruz Alli, resulta obviamente «muy difícil» que el PSN pacte con UPN dada la «imagen pepera de éste». «Cada día aparece de forma más evidente como el PP en Navarra», opinó.
Alli quiso incidir en que esa iniciativa no era del Gobierno sino de UPN, y añadió que «no contribuye a aportar absolutamente nada al debate político». «Y si quería llevar al PSN a una situación difícil, no lo ha conseguido», subrayó.
Aralar, por su parte, se felicitó por que Fernando Puras, candidato del PSN, rechazara la oferta de Sanz. «Era el abrazo del oso», expresó su coordinador en Nafarroa, Txentxo Jiménez.
Valoró que tras las elecciones sólo habrá dos alternativas: que el PSN pacte con UPN o que lo haga con Nafarroa Bai. Y previó que «no va a haber ninguna duda por parte del PSN, no sería comprensible por la sociedad navarra ni por sus votantes».
El candidato del PSN, Fernando Puras, quiso «pedir disculpas a la Corona, como navarro» por la afirmación de Miguel Sanz. «Uno no da crédito a lo que escucha», añadió. Y culpó a su «debilidad e inseguridad».
El dirigente del PSOE Alvaro Cuesta tildó por su parte a Sanz de «incompetente, incapaz e irresponsable» y consideró que tras esta afirmación se encuentra ya «descalificado para seguir ejerciendo la Presidencia».
Ante el resurgimiento con fuerza del debate sobre el marco en Nafarroa, la izquierda abertzale hizo ayer lectura de dos hechos recientes: la declaración de los candidatos del PSN, y la marcha celebrada el sábado en Iruñea por UPN-PP y CDN. Pernando Barrena y Arantza Santesteban incidieron sobre todo en la posición del PSN, que consideran que evidencia «su falta de proyecto» y a quien hicieron ver que no es compatible asumir el discurso de UPN y presentarse como alternativa.
Plantearon al partido de Fernando Puras que «tiene que volver a las posiciones democráticas que mantuvo hasta 1982» para hacer una oferta «política y electoral».
«Un gobierno alternativo va unido a un proceso de resolución. El PSN sólo podrá ser alternativa a UPN en ese proceso, y tendrá que explicar a los navarros y navarras por qué cuando hay una posibilidad de solución se sitúa en las posiciones de la Navarra foral y española de la manifestación del sábado», explicaron. Para los portavoces de la izquierda abertzale, esto resulta «muy grave».
Insistieron, al hilo de ello, en que «la sociedad navarra quiere proceso y quiere soluciones». Y situaron como ejemplo la manifestación que tildaron de «fracaso» por la masiva implicación de ciudadanos llegados «de Burgos, Alcobendas... Con respeto, ésos no son navarros, no van a decidir el futuro de Navarra», advirtieron.
Tras la marcha llegó la oferta de Sanz al PSN para repartirse cargos a cambio del «blindaje» del estatus. Barrena fue contundente: «Eso sólo lo puede hacer un político corrupto. Ofrece compartir el botín a cambio de mantener a los navarros con la boca cerrada», dijo.
Tras todo ello, explicaron que la izquierda abertzale aboga por dar viabilidad al proceso y buscar un acuerdo que «interesa a la mayoría social y es posible a corto plazo si hay voluntad real». «Esa y no otra es la apuesta: cambio político y cambio de gobierno, porque son dos caras de la misma moneda», concluyeron. R.S.
