El candidato de la derecha a las presidenciales francesas, Nicolas Sarkozy, recibió ayer el esperado apoyo por parte del actual inquilino del Elíseo, Jacques Chirac, días antes de que abandone el cargo de ministro de Interior para consagrarse en exclusiva a una campaña que se anuncia muy abierta.

Chirac justificó en una corta alocución televisada, tan solemne en las formas como sobria en los términos, su «voto y apoyo» a Sarkozy porque es el candidato designado de la Unión por una Mayoría Popular (UMP).

El presidente saliente confirmó que Sarkozy abandonará el próximo lunes el Gobierno, del que era número dos desde junio de 2005.

«Por lo que toca a mi apuesta personal, la cuestión es simple. Yo impulsé la creación de la UMP (entonces Unión para la Mayoría Presidencial) para permitir a Francia que eligiera una política de modernización rigurosa», anunció. «Dentro de su diversidad, esta formación política ha elegido apoyar la candidatura de Sarkozy en atención a sus cualidades», añadió.

«Es por ello que por supuesto que le daré mi voto y mi apoyo», concluyó Chirac.

El todavía jefe del Estado francés hace así acuse de recibo del apoyo incontestable con que cuenta el todavía ministro deel Interior en el seno de la UMP.

Pasar página de una traición

Una ascensión a la que Chirac, fiel a su biografía, ha tratado de oponerse sin éxito. Y es que nunca perdonará la traición de Sarkozy, cuando éste decidió apoyar a su rival Edouard Balladur en las presidenciales de 1995. Doce años después, Chirac se va sin poder saldar esa vieja cuenta -justo es decir que su victoria en 1995 minimizó el dolor por la traición-, aunque, a modo de rabieta, se encargó de recordar en su discurso de ayer que la UMP es creación suya y reivindicó la «diversidad de origen» de su criatura.

Toca, no obstante, cerrar filas y Chirac ensalzó los «resultados» de Sarkozy al frente de Interior, cargo en el que será reemplazado presumiblemente por el ministro de Ultramar, François Baroin. Unos resultados contestados desde la izquierda de la UMP, aunque desde prismas distintos.

Así, frente a quienes le acusan de alinearse electoralmente con la extrema derecha al propugnar la creación de un ministerio de Inmigración e Identidad Nacional y denuncian la apuesta represiva creciente en este tema, el Partido Socialista (PS) pone en duda sus «éxitos« en materia de seguridad y recuerda que las agresiones contra personas se incrementaron en un 14% el pasado año.

Por de pronto, el PS se felicitó, por boca de uno de sus barones, Dominique Strauss-Kahn, de la retirada de Interior de Sarkozy. «Hace mucho que reclamábamos que Sarkozy, que tiene una nefasta tendencia a mezclar su papel de ministro con su candidatura, dejara su cargo», señaló.

Testamento de Chirac

Coincidiendo con sus comparecencias de despedida, próximamente verán la luz sendos volúmenes con intervenciones públicas de Chirac .

En uno de ellos, considerado el «testamento internacional» del presidente, Chirac vincula la credibilidad del Estado francés con «la eficacia de sus Fuerzas Armadas», incluyendo su «capacidad de disuasión nuclear».

A partir de ahí desgrana su defensa del multilateralismo y su crítica a los efectos desestabilizadores de la invasión de Irak, así como su apuesta por la «humanización de la globalización» y contra el cambio climático.