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Tabacalera inicia su conversión en «fábrica de cultura visual"
El proyecto de contenidos presentado ayer por el director del Centro Internacional de Cultura Contemporánea, Joxean Muñoz, pretende convertir la antigua Tabacalera en un centro que produzca cultura, además de exhibirla.
Kristina MARTIN | DONOSTIA
El plan para construir un centro internacional de cultura contemporánea (CICC) en el edificio que albergó la Tabacalera en Donostia ha dado «el primer paso para dejar de ser un proyecto», afirmó ayer Joxean Muñoz, director del centro. El Consejo de Administración de la Sociedad CICC, formado por Lakua, la Diputación de Gipuzkoa y el Ayuntamiento de Donostia a partes iguales, aprobó el pasado martes el proyecto para convertir la fábrica de tabaco en una «fábrica de cultura visual».
Miren Azkarate, consejera de Cultura de Lakua, Joxe Joan González de Txabarri, diputado general de Gipuzkoa, y Odón Elorza, alcalde de Donostia, junto con Joxean Muñoz, explicaron ayer las líneas generales de este plan que lleva gestándose más de un año y cuyo recorrido no ha hecho más que comenzar.
Para empezar, en los próximos meses se adjudicará el proyecto arquitectónico para remodelar el edificio. También deberá concretarse un plan de actividades, de funcionamiento y, sobre todo, de viabilidad económica. El coste de esta iniciativa estará listo, calculan, para dentro de un año.
Los responsables se han propuesto convertir en realidad el CICC antes de que se cumpla el centenario del edificio, construido en 1913, lo que les da cinco años de plazo para concretar las ideas y retos esbozados ayer.
Joxean Muñoz, director del CICC, aclaró que Tabacalera será mucho más que un centro de arte contemporáneo. «Será un centro especializado en cultura visual, en el que confluirán el arte contemporáneo, el cine, la televisión y las múltiples facetas del diseño», señaló. Además, abarcando el sentido más amplio de la cultura, en él tendrán su lugar la música, la ciencia y la gastronomía. Para ello, añadió Muñoz, se proveerá al centro del equipamiento y la tecnología que corresponde a la era digital en la que vivimos.
«No es sólo para contemplar»
Otro de los grandes retos de Tabacalera es, además de ser un escaparate para el arte vasco e internacional, activar la creatividad y ser un laboratorio para experimentar y producir arte. «El CICC no es un lugar sólo para ir a contemplar», sentenció.
Así pues, Tabacalera ofrecerá a los creadores espacios de trabajo que compartirán con creadores de otros ámbitos. «Con esto se pretende fomentar la curiosidad por lo que se hace en otros sectores distintos al que se dedica cada uno», apuntó Muñoz.
El director del CICC insistió mucho en la idea de que el centro sea un espacio abierto y accesible al público. Para facilitar esta accesibilidad se contempla abrir una calle que atraviese el corazón del edificio para que deje de ser un espacio cerrado y se integre en la ciudad. Así, el ciudadano podrá acercarse más fácilmente a conocer la oferta de Tabacalera.
El proyecto que se encargue de la remodelación deberá distribuir los más de 21.000 metros cuadrados de superficie útil que tiene este edificio casi centenario de manera que haya sitio para las salas para la creación, salas de exposición, salas de cine, de edición, platós de televisión, espacios multiusos, laboratorio de sonido, espacios de encuentro y debate, espacios para la ciencia y para la gastronomía, auditorio, restaurante, cafetería, tienda y almacenes.
Asimismo, habrá una mediateca especializada en información digital y centrada en la actualidad y en las áreas temáticas del centro. Otros espacios, como la Zona L -eLea- estará dedicada a impulsar el uso del euskara en el centro. No obstante, y debido a su carácter internacional, también se utilizarán el castellano, el francés y el inglés.
TBK infantil
El TBK infantil será el espacio para los más pequeños. En él se prevé programar actividades lúdicas que les sirvan para iniciarse en la cultura.
Además de los espacios y servicios gestionados directamente por Tabacalera, el centro acogerá, según el plan aprobado el martes, la Filmoteca Vasca, la Bilbioteca de Euskadi y el Instituto Etxepare. Este último se encargará de difundir el euskara y la cultura vasca en el ámbito internacional, un equivalente al Instituto Cervantes en el Estado español o el Instituto Goethe en Alemania.
El CICC ya cuenta con una página web, www.tabacalera.eu, en la que se puede consultar, entre otros datos, las exposiciones y otras actividades previstas para los próximos meses.
Aunque el CICC aún está en ciernes, el edificio ya ha albergado algunas exposiciones y ha servido de escenario para vídeos musicales y películas. El año pasado se grabó un videoclip de Mikel Erentxun, Pablo Malo rodó planos de su película «La sombra de nadie» y y Alberto Gorritiberea de «Eutsi».
K.M.
El edificio de Tabacalera fue la fábrica de tabacos de Donostia durante 90 años (1913-2003). Era una fábrica estatal, construida en terrenos municipales, tras 25 años de complicadas obras. Tabacalera conoció su época dorada en los años 20, al mecanizarse la producción de cigarrillos y cigarros. En 1925 trabajaban en ella más de mil personas, casi todas mujeres.
En la segunda mitad de los años sesenta, la fábrica vivió otra renovación tecnológica y alcanzó los 250 millones de cajetillas al año. En esa época dejó de producir los cigarros Farias para especializarse en cigarrillos: Celtas, primero, y Ducados y Davidoff a partir de los setenta.
Tras privatizarse la explotación de tabaco en el Estado español, la nueva empresa -Altadis- cerró ocho de sus fábricas, entre ellas la de Donostia, en 2003. Un año después, el Ayuntamiento de Donostia, la Diputación de Gipuzkoa y el Gobierno de Lakua compraron el edificio para convertirlo en un centro internacional de cultura contemporánea.
Joxean Muñoz fue nombrado director general del CICC en enero de 2006. Él ha dirigido el proyecto de definición de contenidos que se presentó ayer.
Ubicada en el barrio de Egia, junto a la estación del ferrocarril del Norte y el parque Gladys Enea, la fábrica de tabaco tiene una superficie útil de 21.000 m2 y es uno de los solares más extensos del área urbana de Donostia. Se edificó al estilo de las antiguas manufacturas y en torno a cuatro grandes patios.
Iñaki Galarraga, jefe del grupo de arquitectos del CICC, fue el encargado de dirigir una visita para los medios de comunicación a las galerías y sótanos del imponente edificio que se convertirá en un centro cultural. Con respecto a la remodelación, el arquitecto destacó que la estructura, de piedra y hierro, «es muy sólida». El edificio cuenta, además, con más de 4.000 pilotes de madera que lo sustentan. «La cimentación y el sistema de saneamiento se conservan en buen estado», matizó. A pesar de ello, Galarraga considera que no se deben hacer cambios drásticos, ya que la construcción es muy antigua y está encima de un terreno cercano al río Urumea.
Kristina MARTIN
