Jakue Pascual Sociólogo
Estrella roja de tres puntas
A lo largo de la contienda participan 60.000 brigadistas y mueren 10.000. El mayor contingente procede de Francia y son numerosos los canadienses. Polacos 5.400. También hay alemanes, italianos, norteamericanos, británicos, nórdicos, eslavos...
Hay un valle llamado Jarama. Es un lugar que todos conocemos bien, entona el Batallón Lincoln. Fuera rojos y arribaespañas deslucen el monumento que allá los homenajea. No es fácil borrar la memoria de las Brigadas Internacionales, combatientes que desde 54 naciones llegaron para defender la República. Para muchos de aquellos voluntarios, España había de ser la tumba del fascismo europeo, recuerda Leguina.
Alzamiento. Münzenberg crea una oficina de reclutamiento. Rue Lafayette. Combate en Irun el Commune de Paris. Likiniano dice que portaban metralletas, pequeñitas, niqueladas como juguetes.
Base en Albacete: Mando, André Marty. A lo largo de la contienda participan 60.000 brigadistas y mueren 10.000. El mayor contingente procede de Francia y son numerosos los canadienses. Polacos 5.400. También hay alemanes, italianos, norteamericanos, británicos, nórdicos y eslavos. Sus nombres se asocian a Brigadas como la XIª, a La Marsellaise y al POUM.
El jefe de la XII Brigada es el novelista Zalka Maté. El poeta Auden entona: Madrid es el corazón. Georges Orwell: Homenaje a Catalunya. Apoyan la causa personajes de la talla de Malraux, Brandt y Koltsov. Artistas como Felicia Browne o Capa. Hemingway y Dos Passos. Por quién doblan las campanas: Cooper es Jordan y éste Merriman. En las brigadas participan Archie Cochrane, teórico de los sistemas de salud públicos, y el Doctor Sangre que introduce métodos de transfusión que revolucionan la sanidad. Cuerpos de combatientes concienciados donde mujeres son capitanas (Mika Etchebéhère) y afroamericanos comandan contingentes blancos (Oliver Law).
Varela se precipita hacia el Manzanares. Durruti cae. ¡No pasarán! dice Miaja. Entregan Checoslovaquia a Hitler, momento en el que Stalin vira hacia el pacto con Alemania. Negrín evacua a los brigadistas, como exige el Comité de No Intervención, para ganar tiempo en el Ebro y llegar a acuerdos imposibles.
Resuena hueca la despedida de La Pasionaria: Razones políticas, razones de estado..., os hacen volver... Alemanes e italianos que no pueden regresar. Suizos que pierden la nacionalidad y canadienses a los que se les niega paso por su frontera. Muchos morirán en campos de exterminio, otros ingresarán en la resistencia o se alistarán en fuerzas convencionales. Pocos serán reconocidos y otros, como Milton El Lobo, serán pagados con la moneda de la caza de brujas macartista. Suena el himno brigadista: Camaradas cubrid los parapetos, que la vida no es vida sin la paz.
La ultraderecha polaca tacha de traidores y criminales a los compatriotas que combatieron al fascismo en la Península Ibérica. Kaczynski ansía depurar a los brigadistas que contribuyeron a crear el régimen de la chusma para la chusma. No quiere dejar vestigio de su lucha; ni calle, estatua o edificio que los honre. Los nombres de las batallas en las que participaron los voluntarios del batallón Dombrowsky podrán ser borrados del monumento al soldado desconocido pero no de nuestros corazones.