Más de cien mil personas se congregaron ayer en la ciudad de Diyarbakir, con motivo de la fiesta del Newroz, la fiesta nacional del mayor pueblo sin Estado del mundo, que se transformó en una manifestación en favor del líder del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), Abdulah Ocalan, encarcelado en la isla-prisión de Imrali desde 1999. En Estambul, se congregaron 50.000 personas.

Aunque el Gobierno turco prohibe exhibir pancartas con su imagen y utilizar consignas en su defensa, muchos manifestantes llevaban pequeños carteles con fotos de Ocalan y gritaron su nombre, mientras todos los oradores le mencionaron en los actos celebrados.

En las celebraciones, organizadas por el PKK y realizadas bajo estrictas medidas de seguridad, se leyó un mensaje emitido por Ocalan desde Imrali, en el que instó al Gobierno turco a esclarecer las acusaciones de que se le intenta envenenar en prisión y advirtió de que podía producirse un «caos» en el país.

No se produjeron apenas incidentes aunque la Policía intervino y disparó al aire para dispersar a un grupo que coreaba consignas en favor de Ocalan y, según la versión oficial, lanzaba piedras a los agentes. En Ankara fueron detenidas siete personas y en Estambul, veinte.

En muchos países de Asia Central y Oriente Medio, el 21 de marzo se celebra el comienzo de la primavera y el despertar de la naturaleza, pero en Kurdistán, desde la segunda mitad de los años 80 se festeja como el día de la resistencia y la sublevación contra el Estado turco. Las mujeres acudieron con vestimenta tradicional a las celebraciones, en las que se saltó sobre las hogueras, como manda la tradición. Las comunidades kurdas celebraron la fiesta de Newroz en otras ciudades de varios países europeos.