«Es necesaria la unidad sindical para hacer frente a la patronal"
El líder de UGT afirma que sólo desde la unidad sindical se podrá hacer frente a los empresarios. Para ello, cree que ELA debe dar el paso para alcanzar «un acuerdo de mínimos», pero si no es así «se podría hacer entre CCOO, LAB y nosotros». Casado dice que las 35 horas ya no son prioridad para su sindicato.
Juanjo BASTERRA |
Ante un escenario económico de fuerte crecimiento y de elevados beneficios empresariales, los trabajadores no perciben lo mismo, porque esa riqueza inmensa que se crea va a parar a unos pocos bolsillos. Dámaso Casado es consciente de ese balance. Dice que sólo se puede combatir con la unidad sindical, que debe establecerse, a su juicio, «sin condiciones previas».
¿Qué balance hace de la situación sociolaboral de 2006?
Fue bastante complicada. En el ámbito institucional ha sido un año bastante malo. Se han paralizado las instituciones sociolaborales. Hobetuz está en una crisis profunda, como el Consejo de Relaciones Laborales (CRL), con el abandono de su presidente, Martín Auzmendi, y de ELA; Osalan no hace reuniones, y el CES Vasco no hace informes. Estamos mal. Luego en el ámbito de la negociación colectiva, hemos terminado el año con el 50% de los trabajadores sin convenio sectorial. 2006 fue un año pobre, por utilizar un término suave, respecto a los objetivos que teníamos marcados.
¿Los perjudicados son los trabajadores?
Sí. Las condiciones laborales y económicas de miles de trabajadores en Euskadi [Araba, Bizkaia y Gipuzkoa] de 2006 han empeorado en relación a hace dos años, porque muchos están sin convenio colectivo. No han mejorado para nada sus condiciones laborales ni económicas. La única clave para mejorar es la unidad de acción sindical.
¿Cómo se consigue ante las importantes diferencias que les separan?
De una forma, teniendo voluntad de reunirnos todos los sindicatos y sin plantear ninguna condición previa. No tenemos ningún inconveniente en reunirnos con todos y estamos abiertos a todo, sin ninguna condición. Debemos de ir a intentar logra la unidad de acción en la negociación colectiva para hacer frente a los empresarios, que son los que están saliendo beneficiados de esta situación. Tienen un mayor enriquecimiento y unos beneficios empresariales desorbitados que no se reparten entre los trabajadores, que son quienes los producen con su labor diaria.
Es evidente que en la filosofía todos los sindicatos apuntan al mismo fin, pero no se produce en la practica, ¿qué les separa?
Es cierto. El sindicato mayoritario, ELA, tendría que dar el primer paso y decir a qué está dispuesto. En la instituciones sociolaborales, ELA no es mayoría en ninguna, pero están bloqueadas. En la negociación colectiva, me parece que en seis convenios en todo Euskadi es donde tiene más del 50%, pero no en el resto. Entonces, si no tiene la mayoría para resolver los problemas de los trabajadores por su cuenta, tendrá que contar con los demás. Lo que tenemos que hacer entre todos es colaborar y trabajar. No sólo de palabra, sino de hecho. Para eso, tendría que haber iniciativas. ELA es la que tendría que dar el paso fundamental, si no el resto tendríamos que conseguir liderar la mayoría en algunos convenios concretos, como lo hemos hecho en varias ocasiones anteriores, aunque el año pasado se paró bastante.
¿ELA tiene la llave?
Tiene una llave relativa, muy relativa. UGT, CCOO y LAB tenemos mayoría en más del 80% de los convenios de Euskadi.
¿Planteará la unidad de acción a tres, si ELA continúa con lo que usted denomina bloqueo?
Una mayoría suficiente para desbloquear absolutamente todo. Porque no hay nadie a nivel individual que tenga la mayoría para resolver los problemas de los trabajadores. El sindicato mayoritario es ELA, pero los otros tres juntos somos más que ELA.
¿Qué le dicen CCOO y LAB?
He estado con todos. Nadie quiere dar un paso. Hemos tenido un año con las elecciones sindicales y se ha parado. Es un período que nadie quiere distraerse con otros temas que no sean los electorales.
¿Confía en lograrlo en 2007?
Es más relajado en ese aspecto. Será más posible. En cualquier caso éramos partidarios de haberlo hecho en 2006. Porque la situación lo requiere.
Para llegar a ese acuerdo general, sin embargo la separación territorial de Nafarroa y la CAV es un inconveniente que siempre se pone sobre la mesa, ¿no se debería desbloquear primero ese problema?
Creo que cada uno tenemos nuestro campo de actuación y nuestro margen. Si fuésemos a coger lo que pasa entre CCOO y UGT en cualquier otra comunidad autónoma, veríamos que también hay problemas Aquí, en Araba no es lo mismo que en Bizkaia o en Gipuzkoa. Hay que ver el tema concreto en cada sitio, si lo queremos limitar al ámbito político, es muy difícil avanzar. Poner condiciones es no avanzar. Llevamos muchos años así. Creemos que tiene que haber una apertura total con todos los sindicatos en todos los ámbitos. No puede haber exclusiones, ni marginaciones. Ni puede haber temas que puedan beneficiar sólo a los trabajadores de un ámbito concreto.
¿Conserva alguna esperanza en lograr la unidad de acción?
Soy optimista y estoy confiado. No voy a dejar de insistir con unos y otros de que hay que avanzar en esa situación. Hay un hecho que es muy positivo, como es que los frentes, que años atrás había, han desaparecido. Estamos individualmente. No hay acuerdos sindicales de voces, ni de frentes. Es un paso, que tiene que llevar un tiempo. Ese paso empezó año y pico y consolide un acuerdo de mínimos para intentar cómo resolvemos los convenios pendientes. Vamos a insistir en las próximas semanas si es posible.
¿El convenio del Metal es un punto de encuentro y de comienzo a un escenario diferente en materia sindical?
Sería necesario, porque es una referencia. Cuando el Metal de Bizkaia hace tres años inicio la negociación se propusieron movilizaciones, pero fueron un fracaso, porque no se avanza ni responden los trabajadores a la postura de fuerza de la patronal. En ese momento, hace tres años, los sindicatos deberíamos de haber reflexionado de una forma clara y concreta en el sentido de ponernos de acuerdo e ir juntos, siendo conscientes de que no hay que marcar ningún objetivo que sea imposible si no tenemos fuerza detrás para conseguirlo, incluso en el tema de la reducción de la jornada. Este tema es el que ha impedido avanzar en los convenios colectivos de Euskadi.
¿Ya no interesan las 35 horas?
En el ámbito que estamos y conjunto de Europa está provocando que la potencia de los empresarios suba por la debilidad de los sindicatos, también. Ir hacia las 35 horas es un objetivo hoy que la debilidad sindical no se lo puede permitir. Tendremos que asumirlo, veremos cuándo se podrá conseguir esa reducción. Hay mecanismos diferentes para mejorar las condiciones de trabajo y para trabajar menos.
¿Los empresarios han ganado esa batalla?
Sí, han ganado la batalla, no la guerra. Tenemos que asumirlo. Esa batalla no es lo más importante para el conjunto de los trabajadores en este momento. Es más importante que mejoren los salarios, las condiciones de trabajo y que haya menos riesgos laborales, por encima de la reducción de la jornada.
Insisto, esa prioridad ya no es tan urgente para UGT.
Que lo puedes conseguir en un convenio, lo consigues. Hemos asumido públicamente ya que no es la prioridad absoluta la revisión de la jornada laboral, porque reconocemos que es una batalla que han ganado los empresarios europeos. Ya llegará otro momento en que nos fortalezcamos.
¿Os han ganado u, os habéis dejado ganar?
Sin lugar a dudas, nos hemos dejado ganar. Fundamentalmente, por la división sindical.
Pero, esa cesión a los empresarios no es un poco contradictoria justo en esta década en que están logrando los mejores resultados económicos y sus beneficios crecen de forma exponencial?
Desde el punto de vista económico la situación económica es la mejor de los últimos años. Es cierto. Llevamos una racha que es cuando más beneficios tienen, cuando más ganan. Tenemos que avanzar, porque es un tema que lo tienen como barrera fundamental en Europa, incluso han decidido aumentarla en Alemania. Reconocemos con dignidad sindical, que los trabajadores no responden a esas movilizaciones para lograr una menor jornada. Asumimos que hay que marcar otros objetivos y prioridades.
¿Cómo van a responder si muchos están atados de pies y manos con contratos precarios y temporales?
Tenemos varios objetivos fundamentales. El económico, es decir que ningún trabajador cobre por debajo de los mil euros.
¿Hay muchos en esas condiciones?
Calculamos, que en sectores por cuenta ajena con convenio, están afectados 20.000 trabajadores que cobran cobran menos. Otro objetivo es la estabilidad del empleo. El acuerdo del año pasado firmado por el Gobierno español, UGT, CCOO y CEOE, ha permitido en Euskadi la reducción de cuatro puntos la temporalidad entre julio y diciembre. Si se hubiese avanzado en empresas y sectores, se hubiera ido más lejos. Solamente con la ley se ha bajado un 4%.
Es muy poca esa reducción, ¿hasta dónde estima que bajará el porcentaje de temporalidad?
Creemos que bajará muy poquito más, por eso la negociación colectiva es clave en el desarrollo de este tema. No es fácil cambiar a los empresarios, pero si nos unimos avanzaremos.
«ELA tiene la llave relativa, muy relativa, porque UGT, CCOO y LAB tenemos mayoría en más del 80% de los convenios . Somos una mayoría suficiente, si ELA no quiere dar el paso»
«Nosotros no ponemos ningún tipo de condición. Queremos ir abiertos a todas las propuestas para alcanzar un acuerdo para avanzar»
En seis meses se ha reducido cuatro puntos la temporalidad. Es un avance sólo por la aplicación de la ley, pero creemos que ya bajará muy poquito»
¿Es optimista de cara al 2007 ?
Sí. Todos los sindicatos en la negociación colectiva abierta parece que tenemos voluntad de hacer reuniones. Veo que los empresarios están más exigentes. En el convenio Papel de Gipuzkoa nos han dicho que o hay acuerdo, o se rompen negociaciones, como pasó en el Metal con Cebek. Ahora se traslada a Adegi y a SEA. Han hecho un frente total en contra de los trabajadores, imponiendo unas relaciones individualizadas.
¿Ve un peligro de que se extienda «el divide y vencerás»?
Claro. Hay otra cuestión, que se la he comentado tanto a ELA como a LAB y es que en Euskadi estamos teniendo otro déficit, porque la división permite a los empresarios que cada año que se acojan a los convenios de ámbito de referencia estatal. Estamos fracasando en este tema. Ante la falta de capacidad de negociar se van a convenios de otro ámbito, que no son buenos, ni en condiciones laborales, ni económicas, ni sociales.
¿Los convenios estatales son más bajos?
Sin lugar a dudas. Todos los convenios estatales son muchísimo más bajos y cada día están afectando a más trabajadores de Euskadi, con lo cual la situación económica de los trabajadores empeora. La renta per cápita está cayendo. Está mejorando la global, sobre todo la de los empresarios y el mundo financiero, pero los trabajadores están perdiendo. Bajan sus sueldos reales.
El Banco de España reconoce que desde 1994 a 2006 los trabajadores han perdido salario real, aunque sus sueldos suban con el IPC, que es engañoso
Claro. Hoy cualquier trabajador va a comprar y ve que los precios se han elevado mucho. La gran mayoría de los trabajadores viven mucho peor hoy que hace cinco o seis años.
¿Qué balance hace de las elecciones sindicales?
Hoy en día en Euskadi el 40% no tienen posibilidad de participar. Nosotros tenemos un 13,5%, décima arriba o abajo. No estamos satisfechos. Estamos muy preocupados e insatisfechos, porque nuestro trabajo no se traduce en representación. En miles de empresas, sobre todo en la Administración, no hemos sido capaces de hacer candidaturas, a pesar de que la situación política ha mejorado.