Parkea Bizirik ha denunciado que las obras ejecutadas en Gladys Enea y las que quedan por ejecutar han incumplido gravemente prescripciones importantes del Plan General vigente. Así se deduce, según esta asociación, de la petición realizada por las Juntas Generales de Gipuzkoa, que hace dos semanas exigió a la Diputación la utilización de todos los recursos para la paralización cautelar de los trabajos.

«La irregular gestión y naturaleza de estas obras -al entender del grupo- supone un delito urbanístico y se añade a la serie de escándalos urbanísticos que jalonan el modo de organizar los negocios del hormigón adoptado por la Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Donostia».

Parkea Bizirik exigió a la Diputación actuar con precisión y con el soporte técnico jurídico que dispone para hacer ejecutiva y operativa la resolución de las Juntas Generales.

En relación con el proyecto de la ampliación del parque hacia Ibaialde, encargado por el Ayuntamiento a tres empresas, manifestó que un proceso realmente participativo no es posible sin un método que incluya desde el principio del mismo a grupos, organismos y entidades concernidas por las transformaciones a plantear.

A este respecto, se mostraron de acuerdo con incluir Ibaialde en el parque, pero propusieron, entre otros, la configuración de una red de charcas para la conservación y reproducción de anfibios y aves de ribera, así como la restauración de la flora autóctona y la configuración de un itinerario para paseantes con paneles sobre biodiversidad y observatorios para facilitar el aprendizaje y el disfrute.

En el mismo sentido, rechazaron para Ibaialde una «acción urbanizadora y artificializadora vulgar, basada en la extensión del uso sistemático del menú compuesto por hormigón armado, bancos y farolas, como parecen anunciar las pretensiones de la Alcaldía».