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Osasuna pone casi los dos pies en semifinales de la Copa de UEFA tras golear al Bayer Leverkusen a domicilio

Trío de pildorazos en el BayArena

Los rojillos firmaron otro acontecimiento histórico en su devenir por el continente europeo. Pese a la dificultad de un partido de cuartos de la Copa de la UEFA, los de Ziganda dejaron prácticamente finiquitada la eliminatoria con tres zarpazos sobre los alemanes

BAYER LEVERKUSEN 0
OSASUNA 3

Natxo MATXIN | LEVERKUSEN

Osasuna dio otro paso histórico en su carrera europea y certificó su pase a semifinales, salvo catástrofe en la vuelta. Desde la humildad, los rojillos están sorprendiendo a cuanto rival se pone en su camino. Se puede decir que volvieron a ser profetas en tierras alemanas, rememorando y agrandando la hazaña de Stuttgart.

A la contra, aunque no sin ciertos episodios de agobio en algunas fases del choque, los de Ziganda mataron al Bayer Leverkusen mediada la segunda parte, cuando más achuchaba el rival. Los navarros estuvieron henchidos de efectividad y llevan ya cuatro partidos consecutivos sin perder fuera de casa en el torneo menor del viejo continente y en el de ayer tuvo un factor determinante el tempranero gol de Cuéllar.

A los 57 segundos un cabezazo del defensa rojillo en un saque de esquina ya había subido el 0-1 al marcador. Los alemanes confirmaban así su debilidad a la hora de defender a balón parado.

Una deficiencia que gozaría de continuidad el resto del envite y que se manifestó seis minutos después cuando el defensor madrileño dispuso de una jugada calcada, pero su remate se fue esta vez fuera por muy poco. La línea zaguera del Leverkusen era un colador: David López concretó un empalme al cuarto de hora y Soldado remató sólo ante Adler, pero el balón picado del valenciano lo sacó con muchos apuros el meta germano.

Bien diferente en ataque, los de Skibbe, noqueados durante el primer cuarto de hora, sí que conseguían trenzar alguna jugada entre líneas y aprovecharse de algún que otro fallo en la salida del esférico rojilla. Voronin, Schneider -la más clara solo ante Ricardo- y Kiessling no acertaron en sus oportunidades.

Osasuna cedió terreno a partir de entonces y permitió que los locales triangularan con mayor facilidad, pero sin olvidarse de aprovechar los huecos dejados por éstos. Las acometidas intermitentes de los teutones provocaron dos nuevas ocasiones sin tino: Barbarez remató mal con la oposición de Krutxaga y Voronin no consiguió dirigir el balón cuando se encontraba en una inmejorable posición para el disparo.

Dos minutos fulminantes

La tónica no varió en la reanudación. El Bayer Leverkusen seguía a los mandos de la nave y Osasuna esperaba atrás la ocasión de sentenciar el envite. No sin pasarlo mal -el esférico no duraba en las botas rojillas-, sobre todo en una jugada muy clara para los de Skibbe. En el 58 Juan se plantó solo ante Ricardo, pero el madrileño le ganó en el mano a mano. Los germanos movieron piezas. Acuciados por el resultado, no tuvieron otro remedio que adelantar líneas -Barbarez se colocó a la altura de Voronin-, lo que provocó que los navarros comenzaran a sufrir de verdad.

Pero lo que son las cosas del fútbol. En dos minutos se pasó del infierno -daba la impresión de que el empate estaba cercano- al cielo más absoluto para dejar sentenciada la eliminatoria. Primero David López se desquitó con la zurda de una oportunidad fallada minutos antes tras no materializar una vaselina ante Adler y después Webó, que apenas llevaba dos minutos en el campo, colocaron un inapelable 0-3 pleno de eficacia y resolutividad.

Los pupilos habían aplicado con el máximo acierto posible las directrices de su míster, que el día previo habló de no perder la posición en el campo y salir con rapidez a las contras. A partir de ahí, Osasuna jugó a favor de corriente, mientras los más del millar de aficionados rojillos desplazados a Leverkusen, que se lo pasaron de lo lindo y guardarán este encuentro en su retina, pedían el «Todos queremos más» sanferminero.

Espanyol y Sevilla cobran una ligera ventaja, mientras que AZ y Werder Bremen no logran mover el marcador

El Espanyol de Barcelona cobró una ligera ventaja, que pudo ser mayor, en su eliminatoria contra el Benfica portugués (3-2). Los periquitos tenían amarrada su presencia en semifinales, pero echaron por tierra su trabajo en dos minutos plagados de errores. El conjunto de Ernesto Valverde empezó como un tiro. A la media hora Raúl Tamudo y Albert Riera ya habían encarrilado el duelo. El uruguayo Walter Pandiani pareció dejarlo sentenciado tras el descanso. Sin embargo, Nuno Gomes y Simao Sabrosa dieron vida al bloque luso para la vuelta. El Espanyol tendrá que sufrir en el estadio Da Luz para aproximarse al éxito que logró en 1988, cuando llegó a la final de esta competición.

El Sevilla salió airoso del compromiso ante el Tottenham (2-1). La sesión se torció para el grupo de Juande Ramos a los dos minutos, cuando el irlandés Robbie Keane adelantó a los visitantes. El Sevilla tuvo que acelerar el paso y aproximarse a la precipitación. Dio la vuelta al partido con los tantos del malí Frederik Kanouté, de penalti, y del ruso Kerzhakov.

El otro duelo de la jornada terminó sin goles. El AZ Alkmaar de Louis van Gaal desperdició su condición de anfitrión en la visita del Werder Bremen, que aguantó la situación y emplazó la resolución del duelo para el choque de vuelta en Alemania.

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Ziganda: «Pese al éxito de la eliminatoria, somos un equipo de pueblo y del pueblo"

Osasuna está dejando huella en el viejo continente, pero ello no tiene que ser motivo de euforia desmedida. Aunque saboreando el éxito, el técnico rojillo, José Angel Ziganda, volvió a ejercer un papel comedido. De este modo, el preparador osasunista recordó a los medios de comunicación, al preguntársele por la hazaña cosechada en el BayArena, que «es un día grande para Osasuna venir a este estadio y ganar por 0-3, pero no se nos debe olvidar que somos un equipo de pueblo y del pueblo».

En esta misma línea, insistió en que hay que «respetar al contrario y, aunque no quiero aguar la fiesta, hay que jugar la vuelta. No hay una diferencia tan grande entre ambos equipos, hoy a ellos les ha salido todo torcido y nosotros metíamos todo lo que teníamos».

El Cuco también se refirió, como es habitual en él, al papel jugado por la afición, que está siguiendo al equipo de manera incondicional por un buen número de ciudades europeas. «Ha habido un gran ambientazo en aquella esquina. Se trata de que la gente esté orgullosa del equipo, no hay nada más grande para nosotros», dijo.

Como no podía ser de otra manera, el míster del Bayer Leverkusen, Michael Skibbe, dio prácticamente por perdida la eliminatoria. «Nos ha faltado espíritu futbolístico y tensión. En cambio, hemos tenido cierta pasividad y tardamos mucho en recuperar la seguridad en los pases. Se ha visto que gran parte de la fuerza de Osasuna, tanto en ataque como en defensa, radica en el centro del campo».

N.M.

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