Euroliga Otro gran paso en la historia baskonista
Conquista El Pireo y divisa el Olimpo
El Baskonia, amparado una vez más en su gran juego de conjunto, con Scola y Splitter como principales recursos ofensivos, logró vencer a Olympiacos y consiguió el pase a su tercera Final Four consecutiva donde su primer rival será el Panathinaikos de Obradovic
Jon ORMAZABAL | GASTEIZ
El Baskonia dio otro paso de gigante en su anhelo de alcanzar el Olimpo del baloncesto continental tras acceder de manera más que merecida y brillante a su tercera Final Four consecutiva. Hollar el mítico Monte de los Dioses griegos exigía conquistar previamente el siempre complicado puerto de El Pireo y, tras hacerlo por la vía rápida, otro equipo ateniense, el Panathinaikos, será el siguiente y complicado obstáculo a salvar, pero el equipo gasteiztarra lo afrontará con plenas garantías, tras comprobar una vez más que tiene capacidad para ello.
Porque si para algo ha servido y debe servir esta eliminatoria, eso es para corroborar que el equipo hoy por hoy no tiene nada que envidiar a ningún otro equipo del viejo continente. Y es que el Baskonia ha dado el penúltimo paso con una solvencia inusitada, amparado en una plantilla con recursos casi ilimitados muy bien manejados desde el banquillo. Si el martes fueron Rakocevic, House o Teletovic los pilares de la paliza, ayer el triunfo se cimentó en la superioridad bajo los aros de un Splitter que sigue creciendo y del capitán Scola, bien aderezada con la muñeca de Erdogan o esos intangibles no siempre suficientemente valorados de Sergi Vidal.
No se equivocaron aquellos que pronosticaban un partido muy distinto al de Zurbano, aunque también es cierto que el equipo gasteiztarra pudo cerrar el choque mucho antes, sin tener que soportar la agonía de las faltas y los tiros libres.
Como sucedió el pasado martes, los mayores problemas los pasó el Baskonia en los primeros minutos, aunque ayer los apuros fueron mucho más prolongados. El choque comenzó con errores similares a los de Zurbano por ambos bandos, pero con la negativa desventaja de que, al contrario que en el primer partido, Penn y Acker sí desarrollaron el papel que se les presuponía, no sólo en ataque, sino secando también a Rakocevic en defensa. Pese a la falta de fluidez en ataque y el 1/7 en triples, la solidez defensiva permitió a los de Maljkovic seguir enganchados 19-16.
La mejoría en el segundo parcial, especialmente en ataque, tuvo dos pilares fundamentales, el incisivo Tiago Splitter bajo tableros con su canasta y adicional y la irrupción desde el exterior de un Serkan Erdogan que, con tres triples consecutivos, puso por primera vez por delante al Baskonia en el 31-32. La zona impuesta creó problemas a Olympiacos y el Tau, con Rakocevic comenzando a ver aro, estiró su renta hasta los seis puntos, pero un triple desde muy lejos de Domercant la dejó en tres (41-44) al descanso.
Estirón tras el descanso
El equipo de un Gershon que, frenados sus estadounidenses no encontraba soluciones en ataque ni con Macijauskas ni Schortsanitis, comenzó a dar muestras de flaqueza y tras el descanso surgió la figura del capitán baskonista para acrecentarlas. Luis Scola, que no había anotado con la frecuencia habitual en toda la serie, despertó de su letargo en un contragolpe espectacular culminado con 2+1 y encadenó once puntos casi consecutivos con los que hizo tambalear los cimientos del multimillonario proyecto heleno.
Sin embargo, el golpe no pudo ser definitivo, ya que los problemas de faltas se cebaron en los dos jugadores más enrachados en ese instante. Scola y Splitter sumaron su tercera personal y, de la mano de Acker, los griegos dieron otro pequeño arreón para mantener vivas sus ilusiones al colocarse a siete puntos 57-64.
Vidal, con otro triple en un momento decisivo -metió el primero cuando peor pintaban las cosas- frenó el ímpetu local y el último cuarto se hizo eterno. Pese a que el triunfo para los de Gershon se intuía imposible en muchos minutos de este último parcial, el técnico israelí quiso vender cara su derrota y apostó por la vía de las faltas para intentar remontar, con la permisibidad arbitral. Esta vez no falló el pulso y el Baskonia dio otro importante paso en su epopeya griega.
Bozidar Maljkovic logró ayer el primer objetivo para el que fue contratado con la temporada muy avanzada, pero en un día de gran alegría tuvo el detalle de dedicar el triunfo de ayer a Velimir Perasovic, su antecesor en el cargo, con el paréntesis de un Unai Elezkano que vivirá su tercera Final Four consecutiva con tres entrenadores diferentes. «Estoy contentísimo por nuestra afición y por la familia baskonista. Quiero decir que mucho mérito de estar en la Final Four lo tiene un hombre que no está aquí como es Peras. Él tiene una parte muy importante de este éxito», afirmó.
El técnico serbio, que cuida mucho sus intervenciones públicas, estaba muy satisfecho del paso dado. «Mi filosofía desde que comencé a trabajar como entrenador ha sido que cada partido es una fiesta en la que hay que dar todo lo que tienes, hasta el último átomo de energía y aunque pierdas puedes dormir tranquilo, como se dice en mio país, delante de Dios y delante del pueblo. Nosotros podemos estar orgullosos delante del pueblo, es decir, de Baskia -Euskal Herria- y también estoy muy contento porque otro equipo de ACB, que es una liga muy fuerte, estará en la Final Four».
No acabaron ahí las frases para la hemeroteca del serbio, ya que explicó de una forma muy peculiar ese trabajo oscuro que no se ve en las estadísticas. Para alabar el trabajo de Erdogan o Vidal, Maljkovic declaró que «hay cosas que en el baloncesto no se ven, porque la estadística es como el biquini en la playa, que te da algo pero no tienes la imagen completa. No se ve por ejemplo cuántas ayudas hace un jugador en defensa. Todos los jugadores, hasta el que ha jugado poco, lo han hecho muy bien. Es una victoria de nuestra mentalidad y carácter».
Sin embargo, para tocar la cima, no hay tiempo para la complacencia. «Nosotros tenemos que seguir trabajando duro, que seguro que lo haremos, ya que podemos mejorar nuestro juego en torno a un 30%. Tenemos un potencial dentro que debemos desarrollar en ataque y defensa», agregó.
A la hora de valorar la importancia del triunfo, el técnico serbio tampoco se olvidó de Josean Kerejeta, el presidente baskonista que tomó la difícil decisión de apostar por él cuando lo «políticamente correcto» hubiera sido dar continuidad a Natxo Lezkano como sustituto de Velimir Perasovic tras su enfermedad. «Esto es un triunfo de mucha gente, empezando por el presidente que desde hace muchos años tenía un concepto y hay muy pocos en Europa que son un ejemplo como el Tau Cerámica».
J.O.
Al margen del Baskonia, sólo Panathinaikos, que venció 65-73 en Moscú, pudo solventar su eliminatoria en dos partidos. Maccabi dio la sorpresa y demostró que CSKA no es invencible y le ganó en Tel Aviv con claridad por 68-56, mientras el Barcelona se impuso a Unicaja 80-58.
La de dentro de un mes en Atenas será la sexta Final Four para Bozidar Maljkovic, que ganó en 1989 y 1990 con la Jugoplastika, en 1993 con el Limoges y en 1996 con el Panathinaikos. También estuvo en la fase final de 1995, sin poder ser campeón.
Dicen que «a la tercera va la vencida», pues el Baskonia logró ayer su tercera Final Four consecutiva, algo que sólo puede igualar CSKA o Maccabi. Hay que recordar que el club necesitó de tres intentos para hacerse con el título de la Recopa.
