Cuando la quema o desperfectos ocasionados en el mobiliario urbano de nuestros pueblos y ciu- dades nos preocupan y molestan más que las torturas sufridas por seres humanos, mal vamos. Gentes de bien que se indignan ante la acción de unos y ni se inmutan cuando la Guardia Civil, la Policía Nacional o la Ertzaintza torturan salvajemente a vascos, presuntamente terroristas, en modo alguno puedo tenerlas como gente de bien.

La presunción pasa a ser autoinculpación, claro está, después de varios días de infierno en comisarías o cuarteles. Quien dé por ciertas las acusaciones basadas en la práctica de la tortura, creo yo, es también un torturador en cierto modo.

La artimaña con la que el PSOE trata de justificar su poco talante democrático e impide a la izquierda abertzale participar en las elecciones se justifica y basa ni más ni menos que en la tortura. En confesiones obtenidas bajo bolsas de basura o entre golpes, insultos y violaciones.

¿Será casualidad que al día siguiente de hacerse pública la candidatura de ASB dé comienzo una operación que acabe con, entre otros, un liberado de Batasuna en el agujero? Será.

Estando como estoy, totalmente estupefacto, ante la reacción de izquierdistas, progresistas... vascos inclusive, ante todo este mar de mierda rojigualda percibo un intenso hedor, una especie de olor insoportable a perro podrido, que no me deja otra opción que pensar que por intereses mezquinos de unos nos quedaremos sin participar en las elecciones municipales, unos, y forales, otros. Para que ellos puedan robar en los ayuntamientos, en unos casos, y para ser el vasquismo español en nuestro caso, en Nafarroa.

No soy Rappel, no sé lo que no sucedió ayer, pero si el futuro es lo que dicen los telediarios, poco promete. A la vez que exigen a la izquierda aber- tzale que haga exclusivamente política, se lo impiden, aunque se cree un partido que nace con la intención de trabajar en escenarios de paz.

¿Qué pasa? ¿Por que no entiendo esta democracia?

Josu Jon Imaz, el mismísimo Satanás, dice que la izquierda abertzale ya sabe qué hacer para acceder al terreno de juego en el que ellos, pese a ser el partido que menos reparos tiene en utilizar la violencia con fines políticos, sí que pueden jugar. Quizás se refiere a que si nos bajamos los pantalones nos la pueden meter hasta dentro. Entonces, una vez sodomizados, nos dejarán jugar. Lo de mamporreros, Josujon, os viene como dedo al culo.

Votos o bombas. Parece que el futuro que nos deparan lo único que tiene de cierto, es esto. Lo dijo el portavoz del PSOE, blanco o negro. Pero es que a mi esto mismo me lo dijo Ze María Couto en una de mis estancias en la periferia de Porto, hace ya tres o cuatro años, tras las primeras protestas pacíficas ante la ilegalización de AuB: Si no se puede votar, ¿qué otra cosa se puede hacer que no sea...?