Es cierto que el euskara tiene un largo camino que recorrer hasta conseguir la normalización, y que en ese trayecto son muchos los obstáculos a los que tiene que hacer frente. Sin embargo no todo son trabas y dificultades, ya que numerosos organismos, entre los que se encuentra Euskal Herrian Euskaraz, trabajan duramente por la oficialidad del idioma nacional en todo el territorio. Es precisamente el acto más multitudinario y conocido de los que lleva a cabo este organismo, el Hizkuntza Eskubideen Eguna, el que ha tenido que sufrir y afrontar en esta ocasión los obstáculos de lo que definen como «la estrategia contra el euskara».

Este evento creado por EHE para dar «un impulso más» en el trabajo diario en favor de la normalización lingüística y la oficialidad del euskara ha recibido recientemente un portazo de sendos ayuntamientos de Iruñerria. Atarrabia y Burlata se han negado a que las calles de dichos municipios acojan la gran fiesta que desde su primera edición recibe el apoyo de miles de euskaltzales.

La fiesta cumplirá este año su cuarta edición después de que las tres anteriores, celebradas en Lesaka, Oiartzun y Santurtzi, fueran un éxito.

Oficialidad en todo el territorio

El objetivo primero que persigue EHE es el de conseguir que el euskara sea oficial en todo Euskal Herria, y de ahí viene el lema elegido para esta cuarta edición: «Euskara ofiziala herri guztietan, Euskal Herrian». Este año se ha querido hacer hincapié en la importancia del trabajo en cada localidad, y por eso se optó por ubicarlo en Iruñea, donde el idioma nacional no atraviesa precisamente situaciones fáciles.

A principios de año, EHE entabló relaciones con el Ayuntamiento de Atarrabia -liderado por UPN-. Explica que tras una larga espera e innumerables trabas se les denegó el permiso para que la fiesta se celebrase en la localidad. El argumento, que las elecciones están a la vuelta de la esquina.

Seguidamente, EHE acudió a Burlata, donde gobierna el PSN. Señalaron que éstos los recibieron de mejor grado y que la espera no fue tan larga como la sufrida en Atarrabia, pero finalmente, tanto la respuesta como la excusa puesta para ello fueron las mismas que en el caso anterior.

Euskal Herrian Euskaraz recuerda que «estos hechos no son aislados» y que «la conculcación de derechos lingüísticos está muy extendida en todo el territorio». El organismo euskaltzale tilda de «vergonzoso» que los partidos «antepongan sus objetivos electorales a la labor a realizar en favor de los derechos lingüísticos».