Ekologistak Martxan acusa a Lakua de insistir en sus planes urbanísticos en Urdaibai
Ekologistak Martxan ha requerido al Gobierno Ibarretxe para que retire un recurso de casación ante el Supremo español con el que trataría de avalar nuevas operaciones urbanísticas en la Reserva de la Biosfera de Urdaibai, así como las irregularidades en el chalet de Ardanza en Kanala.
Agustín GOIKOETXEA
Ekologistak Martxan Bizkaia ha emplazado al Gobierno Ibarretxe a que retire el recurso de casación presentado ante el Supremo español contra una senten- cia del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) de 2005 que anuló una recalificación urbanística para posibilitar la construcción de cerca de 50 chalés y un gran hotel de 2.000 metros cuadrados en el barrio de Kanala, en Arteaga, en pleno corazón de la Reserva de la Biosfera de Urdaibai.
El organismo ecologista acusa al Departamento de Medio Ambiente de no cumplir las leyes y planes que protegen a este valioso paraje natural, al tratar de recalificar 27,8 hectáreas de suelo no urbanizable, del que 12 hectáreas se encuentran en Zonas de Protección del Litoral y del bosque de encinar cantábrico. La resolución del TSJPV paralizó la operación y anuló la modificación del Plan de Protección de Urdaibai al considerarla contraria a la Ley de Protección y Ordenación de la Reserva de la Biosfera, además de «arbitraria y de no estar justificada en el interés público».
Al recurrir la sentencia del TSJPV, según Ekologistak Martxan, se generan nuevos gastos a las arcas públicas y se obliga a este colectivo, así como al Taller de Ecología de Gernika y a la Sociedad Ornitológica Lanius, «a sufragar más gastos para seguir protegiendo Urdaibai».
En caso de prosperar el recurso del Gobierno de Gasteiz, según los ecologistas, se legalizaría automáticamente las polé- micas ampliaciones del chalet de José Antonio Ardanza, que estarían incluidas en el nuevo suelo urbano de Kanala.
El lehendakari ha cegado recientemente su piscina, ha suprimido un altillo en la última planta, así como demolido y retranqueado en 75 centímetros una de las fachadas de la casa unifamiliar. Ardanza, por el contrario, se ha negado a derribar el actual tejado rebajando así la altura del inmueble en 37 centímetros, como exigen las normas urbanísticas de Arteaga.
Esta obra sería, según algunas fuentes, «la más cara» de las que le reclamó el Consistorio. El lehendakari ha recurrido judicialmente la orden municipal.