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Otegi imputa el bloqueo al veto de PNV y PSOE a abordar la raíz política

Tras las informaciones y cruces de descalificaciones de los últimos días, la comisión negociadora de la izquierda abertzale confirmó ayer el bloqueo del intento de poner en marcha un proceso de resolución del conflicto y culpó tanto al PSOE como al PNV por negarse a abordar las raíces políticas del contencioso. El panorama consiguiente está lleno de incertidumbres, ya que Arnaldo Otegi añadió que ni uno ni otro plantean alternativas.

Gari MUJIKA

La comisión negociadora de la izquierda abertzale confirmó ayer el estado de bloqueo del proceso político y resumió que la razón principal para ello es, a día de hoy, «la falta nítida y clara de compromiso» por parte, fundamentalmente, del PNV y del PSOE para avalar un escenario democrático de igualdad de condiciones para todos los proyectos políticos y para superar los nudos que retroalimentan el conflicto.

Arnaldo Otegi no ocultó la existencia de un proceso de conversaciones entre los agentes políticos, sociales y sindicales del país también durante los últimos meses, pero aclaró que «lo que no se ha alcanzado es un mínimo suficiente para poder decir que era posible construir un proceso de conversaciones multilateral con bases sólidas». También enumeró las razones que, a su entender, lo imposibilitan y que estriban en las actitudes, básicamente, que mantienen tanto el PNV como el PSOE: «Porque se han negado a incluir en la agenda del cambio político las raíces que alimentan el conflicto, y porque se han negado, los dos, a comprometerse con un escenario final que garantice la igualdad de oportunidades a todas las formaciones políticas». Y reiteró que es ésa la razón, «y no ninguna otra», por la que las negociaciones políticas se encuentran en un estado de bloqueo.

El político de Elgoibar, quien compareció junto a los representantes de la comisión negociadora de la izquierda abertzale Rufi Etxeberria, Arantza Santesteban y Unai Fano, trasladó así la valoración que realizan sobre las conversaciones políticas, al entender que existe «un interés especial por intentar filtrar determinadas informaciones» y por intentar deformar de manera permanente su contenido.

Al inicio de la comparecencia Otegi también realizó un ejercicio de pedagogía sobre lo que la izquierda abertzale entiende por «proceso», que incidió en que «está echo a la medida de lo que quiere la sociedad vasca». Un proceso que construya, de forma acordada y desde la realidad actual, un cambio político que dé solución a las raíces del conflicto y supere los nudos que alimentan el contencioso: la vertebración territorial y el derecho a dicidir de los vascos.

Actitud inmovilista y negativa

Lograr, por tanto, un acuerdo que sea suscrito por las formaciones políticas y refrendado posteriormente por los ciudadanos de este país. Y como tercer punto, el dirigente independentista citó «la desmilitarización bilateral» y las condiciones democráticas. Apostilló que «nadie ponga en duda que la desmilitarización bilateral es también parte del proceso democrático».

Una vez constatado la situación de bloqueo de las conversaciones entre los agentes vascos, en ese contexto y con un objeto claro de superarlo, la izquierda abertzale presentó en el Anaitasuna de Iruñea una propuesta para una transición democrática que supere el conflicto y que se visualizaría en una autonomía política de los cuatro herrialdes del sur con opción de regular el derecho a decidir.

Una propuesta que, para la izquierda independentista, permite superar tanto el conflicto político como sus consecuencias. Y una propuesta que en público no ha sido valorado por ninguna formación política de Euskal Herria.

Balance «preocupado»

Ante esa realidad, y una vez transcurrido «un tiempo prudencial», Arnaldo Otegi realizó «un balance más que preocupante, preocupado».

Tildó de actitud irresponsable la que mantienen tanto el PSOE como el PNV, ya que, además de intentar ocultar la propuesta política que la izquierda abertzale ha puesto encima de la mesa, mantienen una actitud «negativa que incide en el bloqueo». Pero lo que para la izquierda abertzale es aún más alarmante es que no plantean ninguna otra alternativa.

Llegado a este punto, el mahaikide expuso que lo que necesita la coyuntura actual «no es que digan sí o no a la propuesta de la izquierda abertzale, sino de que nos digan cuál es su modelo de proceso, cuáles sus objetivos, cuáles son las alternativas. ¿Nos están planteando un proceso que parte de la actual situación para acabar en la actual situación? ¿Nos están planteando un proceso que en definitiva deja al país en la misma situación que ahora?», preguntó.

Negativa al cambio político

Insistió en que la gravedad de la cuestión no estriba en responder de forma afirmativa o negativa a las demandas que pueda realizar la izquierda abertzale, sino que «lo realmente grave es que, manteniendo un silencio absoluto sobre esta propuesta o una dinámica de insulto permanente contra la izquierda abertzale, a lo que están diciendo no es al cambio político. Pero no al cambio político que demanda la izquierda independentista, sino al cambio que demanda la mayoría social, sindical y popular de este país».

Una vez fijada la lectura que realiza la izquierda abertzale del estado actual del proceso político, Otegi emplazó a las formaciones a que «dejen de mirar a otro lado» que no sea al espectro político. De hecho, constató que el balón está sólo en el tejado de los agentes políticos y que, si se desea, «si lo queremos los partidos, el desbloqueo se puede hacer y comenzar mañana el proceso democrático».

También presentó las herramientas que posibilitarían ese cambio de actitud para el arranque del proceso: diálogo y negociación. Criticó que se intente cerrar esas puertas, las mismas que, a su entender, han generado las bases del proceso. Es por ello que Otegi realizó un llamamiento a la responsabilidad y a que las formaciones políticas actúen con movimientos en términos positivos y constructivos.

La afirmación del lehendakari Juan José Ibarretxe de que «haga lo que haga ETA, en esta legislatura daré la palabra al pueblo» también fue valorado por el dirigente independentista. A preguntas de los periodistas, consideró que «preguntar a la ciuda- danía siempre está bien, si luego se respeta lo decidido por ellos», pero seguidamente aclaró que «lo que queremos que se someta a refrendo no es un proyecto de uno, sino algo que acordemos entre todos, y en esta situación concreta».

Criticó, además, que el PNV emplee el término de la consulta popular «como un arma arrojadiza para erosionar las posiciones políticas de los demás».

DESMILITARIZACIóN

En la descripción del proceso político por el que aboga la izquierda abertzale, Arnaldo Otegi señaló que «nadie ponga en duda de que la desmilitarización bilateral es también parte del proceso democrático».

IBARRETXE

El mahaikide también fue preguntado sobre el anuncio de Juan José Ibarretxe de llevar a cabo una consulta popular en esta legislatura. Destacó que el deseo de la izquierda abertzale no es refrendar un proyecto concreto, sino un acuerdo logrado por todos los agentes.

López Garrido replica a Ibarretxe que no es competente para convocar referendos

El portavoz del PSOE en el Congreso español, Diego López Garrido, replicó ayer al lehendakari Juan José Ibarretxe que los referendos sólo pueden ser convocados por el presidente del Gobierno español con la autorización de la Cámara Baja, y subrayó que «esa legalidad no va a cambiar».

El lehendakari afirmó en una entrevista publicada el domingo por «El Diario Vasco» que «haga lo que haga ETA, daré la palabra al pueblo en esta legislatura». Al respecto, López Garrido señaló que no es la primera vez que Ibarretxe hace un anuncio de este tipo, y agregó que si a lo que se refiere es a la realización de un referéndum, ese tipo de consultas tienen «una regulación muy clara en la Constitución y las leyes».

Reiteró que los referendos sólo pueden ser convocados por el presidente español previa autorización del Congreso y que esa realidad «no va a cambiar». «Ésa seguirá siendo la legalidad aplicable a cualquier tipo de referéndum digan lo que digan dirigentes políticos muy respetables y muy autorizados», concluyó.

Si voces del PSOE se alzaban en Madrid al respecto de lo anunciado por Juan José Ibarretxe, en Bilbo el portavoz parlamentario del PSE en Gasteiz, José Antonio Pastor, también se pronunció en idénticos términos. Aseguró que la pretensión del lehendakari «fomenta la división» en la sociedad y entre los partidos y que, además, supone un inclumplimiento de la promesa que realizó al inicio de su legislatura de que la señalada consulta se llevaría a cabo en ausencia de violencia.

«Resucitar fantasmas del pasado no ayuda a nada, ni siquiera a la satisfacción personal de quien lo propone», alertó el portavoz parlamentario del PSE. «Es una propuesta que lo que fomenta es división, y vuelve a crear enfrentamiento entre los partidos democráticos y la sociedad», añadió Pastor para incidir en su rechazo a la pretensión de Ibarretxe. GARA

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