El presidente de Nafarroa, Miguel Sanz, destacó en la mañana de ayer «el esfuerzo» que trabajadores y la dirección de Volkswagen realizaban para minimizar los efectos en la producción tras el incendio registrado en la nave de pintura el jueves de la pasada semana, al tiempo que indicó que el Gobierno de Nafarroa se ha puesto «a disposición» de la multinacional con las ayudas precisas.

Horas después se conocía el acuerdo entre UGT, CCOO y CC y la dirección de la empresa, al parecer alcanzado bajo la amenaza de la presentación de un expediente de regulación de empleo y la suspensión de contratos. En opinión de LAB, el acuerdo sólo «soluciona los problemas de producción de la empresa, pero no los de los trabajadores».

La empresa, en un comunicado, anunció las medidas adoptadas para reorganizar el trabajo. Así, indicó que los trabajadores de los talleres de montaje de vehículos, revisión final y montaje de motores que esta semana se encontraban de turno de noche no acudirían ayer a las 22:00 a su puesto de trabajo y, por contra, harán el fin de semana dos turnos de diez horas cada uno: el sábado de 6:00 a 16:00 y el domingo de 10:00 a 20:00.

Asimismo, estas centrales y la dirección acordaron otra redistribución de personal para realizar el fin de semana cuatro turnos de diez horas en la nave de pintura.

LAB denunció que el acuerdo se hizo de «forma precipitada y obliga al personal de montaje y motores, unos 1.800 trabajadores, a cambiar de régimen de turnos, cuando una medida de esta naturaleza podría hacerse con voluntarios. Esto creará nuevos problemas a los trabajadores para compaginar la vida laboral y la familiar».

José Luis Manías, de UGT, que ayer fue designado presidente del comité de empresa de VW en Nafarroa, comentó que se trata de un acuerdo que «evita que se ponga en marcha una regulación de empleo, porque la desgracia que hemos tenido ha sido muy grande». Manías subrayó que «era necesario un acuerdo, porque es un momento en el que todos nos debemos esforzar por sacar la empresa adelante».