El Ibex alcanzó ayer un nuevo máximo histórico al cerrar con 15.080,90 puntos, un 1,75% por encima del jueves. Y lo hizo, además, a lo grande, sin esperar siquiera a que se rubricara por la tarde el techo histórico conseguido el día anterior por el Dow Jones al superar los 12.900 puntos. No obstante, la salida al alza de los índices de Nueva York puso la guinda. El principal ingrediente fue la envidiable salud demostrada por las grandes compañías estadounidenses -Google, Caterpillar, American Express y Honeywell- con los resultados del primer trimestre. Ni la especulación sobre la escalada del euro frente al dólar, ni el rebote del precio del crudo hicieron mella en el furor comprador. Este avance le supone al Ibex mejorar un 0,77% en la semana, y le reporta una subida del 6,61% en el año. No fueron menos en el resto de Europa, con avances apreciables en París (+1,88%), Francfort (+1,38%), y algo menores en Londres (+0,72%). A lo largo del ejercicio, el mejor es Francfort (+11,30%), seguido de París (+7,17%) y Londres (+4,28%), mientras que los índices principales de Nueva York suman más de un 4%. En el Ibex, con tan sólo dos valores a la baja, el más beneficiado fue Iberdrola (+5%). Por detrás, Ferrovial (+4,48%) y BBVA (+2,80%). El sector bancario fue, precisamente, el animador de las bolsas europeas. Así, en París, deslumbró Sociètè Gènèrale al saltar un 7,74% por una posible oferta de Unicredito. A cierta distancia, BNP Paribas (+2,87%) y Crèdit Agricole (+2,35%) siguieron su estela. Mejor todavía lo hizo Vallourec (+9,15%), catapultado por rumores de compra.