Amstel Gold Race
Schumacher fraguó su triunfo en los 20 últimos kilómetros
El alemán forzó la escapada definitiva de la jornada, en la que le acompañaron muchos de los favoritos, pero acabó dejando a todos de rueda en la última ascensión a Cauberg
Stefan Schumacher (Gerolsteiner) dejó con un palmo de narices a los favoritos, adjudicándose la 42ª edición de una Amstel Gold Race que se decidió en los veinte últimos kilómetros.
Lo cierto es que la resolución de la prueba hizo justicia a uno de los corredores que con mayor ahínco se movió en este arranque del periplo ciclista por Las Árdenas. Tampoco se escondieron los favoritos, pero entre la mala suerte de unos, la falta de fuerza de otros, y las dudas del resto en los últimos kilómetros, Schumacher pudo disfrutar en solitario del calor de la ruidosa afición holandesa en la última ascensión a Cauberg.
No escatimaron aplausos los aficionados oranje, pese a que Michael Boogerd fue uno de los que hincó la rodilla ante Schumacher. El campeón holandés era uno de los integrantes de la escapada de la jornada, que se hizo esperar. Para entonces ya lo habían intentado muchos otros, en el orden habitual.
Primero les tocó a los segundones. Bonnaire, Ingels, Musiol, Rooijakkers y Stubbe animaron la prueba en sus primeros kilómetros, con una fuga que llegó a estirar su ventaja hasta los ocho minutos y medio. Pero sin líderes y sin equipos importantes representados, su aventura estaba condenada al fracaso.
Más movimiento
Bastante más célebres eran los integrantes de la segunda intentona. Una decena de corredores entre los que se encontraban Juan Antonio Flecha o Jens Voigt, que saltaron a 45 kilómetros del final. Tampoco esta vez lo permitió el pelotón, dispuesto a apurar aún más la resolución de la jornada.
A la tercera, sí, llegó la vencida. Una arrancada de Stefan Schumacher en la dura ascensión a Eyserbosweg (900 metros al 11'5%) rompió definitivamente el pelotón. Al joven corredor alemán le acompañaban su compañero Rebellin, Boogerd, Bettini y Kessler, a los que casi de inmediato se sumaron Di Luca y Valverde. Por detrás, el resto de favoritos, incluyendo a Fanck Schlek que sufría una caída, no tardaba en resignarse.
Apenas restaban veinte kilómetros para la línea de meta y el ramillete de aspirantes al triunfo se reducía definitivamente a siete, que no tardaron en repartirse los papeles: los dos corredores de Gerolsteiner, cuestión de número, a marcar la tónica y Boogerd, el más motivado del grupo, a responder a todos los ataques... Hasta que pudo, porque la enésima arrancada de Schumacher le dejó solo en cabeza, a punto de comenzar la tercera y última ascensión a Cauberg, con sus compañeros de fuga debatiéndose entre el compañerismo de Rebellin, el cansancio de Boogerd y el escaqueo del resto.
Suficiente para que el corredor de Gerolsteiner alcanzase en solitario la línea de meta.