En su comparecencia ante los medios para presentar el documental «Darfur, pruebas del genocidio», Mohamed afirmó que el objetivo de las matanzas es «eliminar a los africanos y apoderarse de sus tierras», y acusó a la Unión Africana de estar «colaborando con las fuerzas de ocupación sudanesas y sus aliados, los janjawid». Criticó también la actitud de la comunidad internacional ante la trágica situación de esta región situada en el oeste de Sudán porque «después de dos años hablando y hablando no han hecho nada».

Este joven de la etnia fur y coordinador de todos los jefes de su tribu ha logrado huir con su esposa, Amida. Ambos están ahora en Madrid, donde ayer presentaron diversas pruebas gráficas de estas matanzas. Las imágenes fueron obtenidas de manera clandestina entre el 23 de abril y el 20 de mayo de 2006 por un equipo de reporteros de la cadena de televisión Odisea.

Los resultados de este trabajo, que muestra imágenes inéditas de fosas comunes con restos de víctimas y recoge diversos testimonios, han sido aportados al Tribunal Penal Internacional, al Consejo de Derechos Humanos de la ONU, a la Oficina Europea de Derechos Humanos y a Amnistía Internacional.

«En mi pequeña aldea, en 2003, cuando comenzó la brutal ola represiva, en sólo media hora fueron asesinados una tercera parte de sus 600 habitantes», relató Mohamed. Él ha perdido a 27 miembros de su familia y fue testigo directo de la muerte de su padre, de sus hermanos y de la mayoría de sus vecinos.

Desplazados

«Tras los ataques, las cuatro tribus tradicionales que habitaban la zona se han visto desplazadas y, en algunos casos, reducidas a pequeños enclaves. Los lugares de los que fueron expulsadas fueron ocupados por sudaneses árabes que se instalaron libremente en estas tierras», señaló. Aunque desde 2004 no se ha modificado el balance oficial de muertos, cifrado en 200.000, algunos organismos estiman que podrían llegar al millón.

«Estas masacres por parte de Sudán forman parte de un plan diseñado en 1960, que empezó a ponerse en marcha en 200 y cuyo objetivo es eliminar a los africanos y apoderarse de sus tierras», reiteró.

Mohamed volvió a denunciar el papel de la Unión Africana porque «no sólo no protege a la población, sino que quien se atreve a presentar una denuncia ante ellos termina en prisión; de hecho, están colaborando con las fuerzas de ocupación y represión». A la comunidad internacional, le exigió que «acuda inmediatamente para parar las matanzas. Los autores de este documental esperan que sirva para se empiece a actuar.

Precisamente, el subsecretario de la ONU para Asuntos Humanitarios, John Holmes, alertó ayer de que más de dos millones de personas, un tercio de la población de Darfur, han sido desplazadas de sus hogares. Desde mayo, unas 420.000 personas han tenido que huir. Advirtió de que sólo la mitad de los afectados tiene acceso a agua limpia y atención sanitaria.