«La situación no puede ser más dura». Así lo sentenció anoche Etxerat en las concentraciones realizadas a lo largo y ancho de Euskal Herria, y como muestra de ello trajo a colación la situación que padecen los presos gravemente enfermos o los que habiendo cumplido ya su condena siguen en prisión.

A juicio de la asociación de familiares de represaliados políticos vascos, los estados español y francés han respondido «con más medidas de excepción» a la lucha llevada a cabo por el Colectivo Presos Políticos Vascos (EPPK) con el fin de exigir una solución política definitiva al conflicto que padece Euskal Herria. Como muestra de este endurecimiento, Etxerat señaló la generalización de los registros, la reducción de las horas de patio o los maltratos producidos en los traslados y destacó que estas medidas provocan «graves consecuencias físicas y síquicas» tanto a los familiares como a los presos.

Ante esta «grave» situación, ayer fueron miles los ciudadanos vascos que durante media hora de concentración exigieron la desaparición de las medidas de excepción mediante la repatriación de todos los presos vascos con todos sus derechos respetados.

Etxerat reseñó que la gravedad de la situación «obliga a adquirir compromisos y a fortalecer la presión que surgirá del compromiso» y aseguró que de este modo se forzará a Madrid y París y a los partidos dirigentes -PSOE y UMP- a acabar con la actual política penitenciaria.

Las concentraciones realizadas en Lapurdi, Nafarroa Beherea y Zuberoa que contaron con la adhesión de Emazteek Diote, Bilgune Feminista y Collectif des Femmes contre les Violences Sexistes (CFVS), incidieron especialmente en la situación que padecen las mujeres privadas de libertad, donde recordaron que las condiciones de vida en las prisiones son más difíciles para ellas.

Gasteiz recuerda a los presos

Además de concentraciones, en Durango y en Azkoitia se celebraron en favor de los prisioneros vascos, una bertso afari y un bertso saio respectivamente. En Gasteiz, por su parte, con motivo de la festividad de San Prudencio, tras un acto político una kalejira y la tamborrada en favor de la amnistía recorrieron las calles de la capital alavesa.