Armonía Txantreana y Barricada abren una fiesta que supera todas las trabas
La lluvia amenazaba con aguar las fiestas, pero las cuatro gotas que cayeron no pudieron con la animada gente de la Txantrea. Armonía, la peña del barrio, fue la encargada del chupinazo, compartido con Barricada. Pese a las trabas del Ayuntamiento, no faltó el buen ambiente.
Jasone MITXELTORENA
Ayer dieron comienzo las fiestas de uno de los barrios más animados de Iruñea. Aunque el tiempo empeoró a la tarde, no asustó a los que se habían reunido en la conocida como Plaza del Rastro. A las 20.00 apareció en el balcón un representante de la peña Armonía Txantreana, la encargada de lanzar el cohete con motivo de su 50 aniversario. Hizo un reconocimiento a los fundadores y a los miembros de la peña por su aportación al barrio y recordó a los vecinos que se encuentran en la cárcel, afirmando que también están presentes en las fiestas.
Acto seguido presentó a los miembros de Barricada, «los que han paseado con orgullo el nombre del barrio», ya que la peña había decidido compartir el honor del lanzamiento con este mítico grupo que ha cumplido 25 años. Así, dio voz a Enrique Villarreal, «El Drogas», según el miembro de la peña, «la garganta del barrio».
Con muestras de agradecimiento hacia la peña y a los vecinos allí reunidos, visiblemente emocionado sin parar de sonreír, el cantante de Barricada deseó felices fiestas a todos y mandó un recuerdo a los que no pueden estar presentes.
Se lanzaron los cohetes, por turnos entre la peña y los músicos, y empezó la fiesta. Los gaiteros hicieron bailar a los más animados, y los más pequeños se acercaron al balcón: los mismos que habían lanzado los cohetes se dedicaron a repartir caramelos con igual entusiasmo.
La actitud del Ayuntamiento
Seguidamente, los gigantes, un tanto especiales en la Txantrea, bailaron dirigidos por la gaita. Llama la atención la originalidad de estas figuras, basadas en personajes de la mitología.
A continuación, Txantreako Ttunttuna, la kalejira formada por dantzaris, gigantes y músicos, partió hacia Festaleku, un novedoso espacio organizado para albergar distintos actos festivos. Allí tuvo lugar un brindis por los presos, y comenzó la actuación de los dantzaris. Para cenar, habían hecho un llamamiento a todos los vecinos para salir a la calle, ya que se premiaría la mesa mejor decorada.
Otro elemento a destacar en las fiestas es el denominado Txanbotea. Se trata de un cubo con ruedas que se encarga de recoger ayuda económica para los multados por su participación en los distintos Olentzeros de Iruñerria. También recoge autoinculpaciones. Txanbotea estará presente en todos los actos festivos.
Las fiestas empezaron con un ambiente inmejorable, pero al igual que todos los años, han tenido que superar varios obstáculos para su organización. El Ayuntamiento, lejos de apoyar o ayudar las iniciativas de los ciudadanos, dificulta cualquier trabajo que se lleve a cabo, y al menos eso ocurre en la Txantrea. Desde hace años han estado prohibidas las txosnas, y cuando han solicitado permiso para montar una carpa para intentar llenar ese espacio, les han requerido un informe técnico avalado por el Colegio de Ingenieros. Han tenido que trabajar a contrarreloj para conseguirlo y por si fuera poco, les han obligado a disponer de una persona, las 24 horas, para responder ante cualquier acto cometido allí. Responsabilizan a la Comisión de Fiestas de cualquier acción que se produzca, por ejemplo, colocar pancartas.
El Ayuntamiento responsabiliza a la Comisión de Fiestas de cualquier acto ocurrido durante las mismas. Colocar pancartas será uno de esos actos. Ayer por la tarde agentes municipales se dedicaron quitarlas.