La conferencia sobre Irak acabó con un «tirón de orejas» a Al Maliki
La «conferencia ampliada» sobre Irak finalizó ayer con reproches al Gobierno del chií Nuri al Maliki. Fuentes diplomáticas señalaron que el encuentro se convirtió en un verdadero «tirón de orejas» de los países árabes al primer ministro iraquí por la deriva sectaria del Ejecutivo que lidera y de su política, considerada discriminatoria con la comunidad suní. El comunicado final no recoge la exigencia de un calendario de retirada de tropas extranjeras.
SHARM EL SHEIJ
La palabra más repetida en la cumbre que ha reunido en la localidad egipcia de Sharm el Sheij a los países que comparten frontera con Irak no ha sido «seguridad», sino «reconciliación» y, así, el comunicado final recoge la necesidad de que el Gobierno colaboracionista iraquí de Nuri Al Maliki dé «pasos concretos» en este sentido, incluida la revisión de la Constitución y de otras leyes, como la de «desbaazificación». Ésta última, que ilegalizó el partido Baaz y expulsó a todos sus afiliados de las instituciones del Estado, el Ejército y la Policía, se considera uno de los mayores errores de las posguerra iraquí y, de hecho, ya está siendo revisada.
A la «conferencia ampliada» celebrada ayer asistieron, por primera vez, no sólo los vecinos de Irak más Egipto y Barhein, también los secretarios generales de la ONU y de la Conferencia Islámica, los países más industrializados (G-8) y los miem- bros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU.
El texto final no recoge la exigencia de un calendario de retirada de las tropas extranjeras y especifica que es necesario primero que el Ejército iraquí asuma la seguridad y defensa del país, lo que allanará el camino para el fin de la presencia de las fuerzas ocupantes, «cuya presencia no es indefinida».
Éste era uno de los asuntos más espinosos, ya que los países árabes, sobre todo Irán, insisten en la necesidad de que salgan las tropas invasoras y se fije un calendario para ello. Sin embargo, este extremo no se recogió en el comunicado debido, según fuentes árabes, a las presiones de EEUU sobre los demás. Así, el comunicado señala que la presencia de las fuerzas ocupantes terminará «a petición del Gobierno iraquí y de acuerdo con un calendario que él fijará» según las resoluciones de la ONU.
Además, el comunicado insta al Ejecutivo a revisar la Constitución y otras importantes leyes, «incluyendo la de `desbaazificación', de forma que promue- va la reconciliación nacional». Este ha sido otro de los temas centrales de la «conferencia ampliada», ya que los países árabes consideran que el Gobierno colaboracionista ejerce una discriminación de la población suní.
Por esta razón, pide al Ejecutivo iraquí que «proteja a su pueblo haciendo frente a la violencia, sin consideraciones de etnias ni sectas, así como desarme y desmantele las milicias y grupos armados ilegales sin excepción», en referencia a la supuesta tolerancia del Gobierno con las milicias chiíes.
También reafirma la «soberanía, integridad territorial, independencia política y unidad nacional de Irak y su identidad árabe e islámica, así como la inviolabilidad de sus fronteras», lo que se interpreta como un aviso a los partidos kurdos que quieren la independencia, aunque en otro párrafo recoge el objetivo de un «Irak federal».
El texto final no exige un calendario para la retirada de las tropas invasoras y señala que su presencia terminará a petición del Gobierno iraquí y de acuerdo con un calendario que éste fijará en base a las resoluciones de la ONU.
El ministro iraní de Exteriores, Manucher Mottaki, y la secretaria de Estado estadounidense, Condoleeza Rice, protagonizaron un nuevo desencuentro en la cumbre de la costa egipcia del Mar Rojo. Una entrevista entre ambos era el acto más esperado, pero no se produjo.
Almorzaron y desayunaron juntos, siempre con otros, y hasta tenían previsto cenar el jueves en la misma mesa, pero el vestido rojo de una violinista se interpuso entre ellos, aunque hubo quien quiso ver un nuevo desplante del ministro iraní a la representante estadounidense. Mottaki explicó que «hubo algo incorrecto, según los estándares islámicos, que nos impidió asistir a esa cena».
En cualquier caso, sí hubo una reunión entre embajadores de ambos países, que fue calificada de informal. Tanto Mottaki como Rice coincidieron en que aún no ha llegado el momento apropiados para una entrevista bilateral, como la que Rice mantuvo con el ministro sirio de Exteriores, Walid al Muallem.
Mottaki negó que Irán patrocine el «terrorismo» en Irak y responsabilizando de la situación a la ocupación. Además, expresó su excepticismo al señalar que «algunas conferencias internacionales sólo sirven para legitimar la injerencia en los asuntos de Irak y tocer la voluntad de su pueblo».
