ESK y LAB conservan los tres representantes en el comité de Babcock tras las elecciones sindicales, a pesar de que el órgano de representación de los trabajadores ha pasado de 17 a 13 miembros por el acortamiento de la plantilla. Ambas centrales, junto a ELA, que también cuenta con tres delegados, se oponen de forma directa a los planes de los austriacos de ATB de continuar en la empresa y de llevar adelante la reducción de la plantilla. Las intenciones de ATB sólo cuentan con el apoyo de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) y una parte de UGT.

El período electoral paralizó toda la actividad en relación a los planes de futuro en la empresa. Unos esperaron para ver si los opositores a los planes de destrucción de la empresa no lograban representación en el comité y otros, para contar con una mejor posición para la futura negociación.

Lo que sí está claro es que UGT ha perdido la mayoría debido a la división interna que existe ante el futuro del plan industrial. CCOO ha logrado cuatro delegados; UGT, tres; ELA, tres y ESK y LAB, otros tres. Por el momento, quienes rechazan los planes de los austriacos son mayoría en el nuevo comité.

El pasado mes de enero finalizó el período de acompañamiento de SEPI a Babcock. Sin embargo, ese proceso se amplió ante el rechazo de los trabajadores a los planes de ATB, que pretende continuar en la dirección pese a haber incumplido los términos de la recompra de la empresa de Trapagaran.

Para continuar con la empresa hasta finales de 2008, plazo hasta el que la Unión Europea controla la operación de venta, los austriacos presentaron un plan industrial «sin elementos concretos y, sobre todo, sin continuidad ni de futuro», según denunciaron los representantes de los trabajadores.

Además, proponen una reducción de empleo que podría oscilar entre 80 y 150 trabajadores, mediante prejubilaciones y bajas incentivadas, aunque no asume el coste de la operación.