Inundaciones con graves consecuencias
La tromba de agua caída en Lapurdi y Nafarroa ha provocado graves daños. La lluvia causó un corrimiento de tierra en un inmueble de Baiona que deslizó una cisterna de gas. Como resultado de la fuga producida, una pareja y una niña de seis años murieron por inhalación de gas, mientras que un bebé de dieciocho meses sobrevivía a una tragedia en la que un fenómeno natural se alió decididamente con la mala fortuna.
Como consecuencia directa de la fuerte tormenta, localidades como Senpere, Sara, Ainhoa... quedaron incomunicadas. Al igual que en la comarca del Bidasoa, las carreteras se vieron inundadas por la lluvia y, en el caso de la N-121A, por el desbordamiento del río. Las inundaciones en Lapurdi y en localidades navarras como Elizondo, suceden a los graves daños causados por los desbordamientos de cauces sufridos recientemente en la Ribera. En el caso de aquellas crecidas se denunció la falta de previsión, entre otras cuestiones, con respecto al correcto mantenimiento de cauces y zonas adyacentes a los ríos. Sin duda, esas tareas concretas son del todo necesarias, aunque sin perder de vista que la mano humana, ya sea alterando cursos de ríos, multiplicando la ocupación del suelo o manteniendo modelos económicos insostenibles, está detrás de los graves desequilibrios climáticos.