El Getafe y la marea azul, nombre con el que se conoce a la afición madrileña que ayer llenó el Coliseum Alfonso Pérez por primera vez desde el ascenso de su equipo a la máxima categoría, vibraron con una remontada épica frente al todopoderoso Barcelona (4-0), que no fue capaz de hacer valer el 5-2 de la ida. Con esa sorprendente voltereta, el Getafe logró sacar el billete para su primera final de Copa.

Los incesantes ánimos de la grada se intensificaron con las primeras ocasiones getafenses y, sobre todo, en los minutos previos al descanso, cuando llegaron dos goles, el primero con un potente disparo de Javi Casquero (m. 37) y el segundo por medio de Dani Güiza (m. 42).

La marea azul prolongó su sueño -pesadilla para un desbordado Barcelona- hasta convertirlo en realidad con dos goles más, uno de Vivar Dorado y otro de Güiza en apenas cinco minutos, con poco más de un cuarto de hora para la conclusión del choque y con la final de Madrid -se verá las caras con el Sevilla- y esa clasificación casi imposible en el bolsillo.