Beatriz Petuya, Amaia Bolaños, Maite de Miguel Sestao y Erandio
En homenaje a Joaquín Navarro
El fallecimiento de Joaquín Navarro nos ha cogido por sorpresa, y nos ha dejado huérfanas y con un dolor sin consuelo.
De Joaquín se puede decir mucho y casi todo bueno. Sentiamos por él una admiración profunda por sus conocimientos y su valentía para denunciarlos. Era un gran luchador y amigo de todas las causas pérdinas. Así era él.
Siempre denunció sin descanso el miedo terrible que se tiene a esta oligarquia que maneja sin escrúpulos el sistema político, antidemocrático y corrupto. Denunció, igualmente, el juancarlismo y trabajó para la instauración de la lll República, como buen republicado que era. Del libro que escribió en 2003: «25 años sin constitución» denuncia todo el engranaje institucional que se estructuró sobre todos los poderes de la dictadura, para que el pueblo no pudiese recobrar la libertad y la democracia.
Con toda la claridad y contundencia de quien conocía todos los resortes del poder, despertó siempre en sus numerosos artículos, charlas, libros y tertulias nuestras conciencias.
Asímismo se enfrentó y rebeló contra el crimen y la razón de Estado, de la tortura, de la Ley del Menor, de la Ley de Partidos. Todo esto se atrevía a decir y actuaba en consecuencia y defendía a todo aquel que se enfrentaba al orden establecido, con una sonrisa y un buen hacer. Siempre le hemos conocido al lado de todas las luchas y proyectos que se atreviesen a cuestionar la ideología dominante. El juez Navarro desmontaba las mentiras del poder, y eso no lo podían perdonar. Fue perseguido ferozmente y censurado en los medios de comunicación; pero eso no le amilanó: siguió participando donde le llamasen los colectivos de todo el Estado español. ¡Maravilloso Joaquín!
Te conocimos hace varios años y desde ese momento no hemos dejado de admirarte y quererte profundamente ¡cuantos días felices hemos pasado! Compañero, te has marchado peleando, como buen luchador que eras, así que has vivido y vivirás en cada una de nosotros, por siempre.