Bizkaia es el herrialde donde la impugnación de candidaturas por parte del Gobierno español y su posterior anulación por la Sala del 61 no parece escapar, según diferentes analistas, al cálculo post electoral de las formaciones políticas que tienen su sede en Férraz y Sabin Etxea. Esta reflexión fue subrayada el pasado domingo por el mahaikide Pernando Barrena, que incidió en que el mayor porcentaje de listas anuladas se produce en este territorio, seguido de Araba, Gipuzkoa y Nafarroa Garaia.

Son nada más ni nada menos que 60 listas de ANV a igual número de ayuntamientos, además de las circunscripciones de Bilbo, Durango-Arratia y Busturia-Uribe a las Juntas Generales, al margen de todas las de Abertzale Sozialistak. Por tanto, muchas de las planchas electorales abertzales no podrán optar a que los ciudadanos a través del sufragio activo les otorguen alguna de las 1.218 actas de concejal que están por repartirse en los comicios municipales, trece más que hace cuatro años.

Respecto a la Cámara foral, tan sólo se ha permitido el concurso de la candidatura de la izquierda abertzale conformada por ANV a la circunscripción de Enkarterriak, donde se dilucidan 14 actas de apoderado, quedando excluidos de las elecciones a otras 37, que corresponden a la mayoría de los núcleos urbanos más poblados de Bizkaia y donde la implantación del independentismo no es nada desdeñable. Esta exclusión evita la conformación de un grupo juntero independentista en la institución unicameral vizcaina y trata de convertir su representatividad en «residual» cuando su peso específico en las circunscripciones de Bilbo (en juego 16 apoderados), Busturia-Uribe (nueve actas) y Durango-Arratia es destacable.

A pesar de que las Juntas Generales son las grandes desconocidas para la mayoría de la ciudadanía vizcaina, sus atribuciones de fiscalización habitual de la tarea del Gobierno foral y la designación del diputado general las convierten en estratégicas en esta coyuntura política y con la vista puesta en el desarrollo de proyectos millonarios como la Variante Sur Metropolitana -conocida po- pularmente como Supersur-, la segunda línea de la planta incineradora de Zabalgarbi, la aprobación definitiva del planeamiento urbanístico de los municipios, la política recaudatoria y fiscal o todo lo que tiene que ver la asistencia social a sectores desprotegidos de la sociedad vizcaina.

Sin olvidar planes industriales, sufragados en buena parte con el dinero de todos los vizcainos, también de los que no tendrán posibilidad de depositar en la urna la papeleta de la opción política que mejor les representa. El mayor beneficiado de la anulación es el PNV, que tratará de reeditar su mayoría absoluta, la misma que aupó a José Luis Bilbao al cargo de diputado general tras la exclusión de la izquierda abertzale.

En el capítulo municipal es tal la eliminación de candidaturas independentistas y de izquierdas en la geografía vizcaina que en Zornotza, una de las localidades donde la izquierda abertzale a través de la plataforma Zornotza Eginez logró ser en mayo de 2003 la segunda fuerza y obtener cuatro asientos de regidor, la lista de ANV ha sido anulada por el Supremo español. Este resultado, sin lugar a duda, fue el fruto de la lucha ciudadana encabezada por la izquierda abertzale contra el proyecto de la central de ciclo combinado de Boroa. Tras cuatro años de trabajo, en el que se ha censurado la gestión del jeltzale David Latxaga al frente del Consistorio, los independentistas han sido excluidos.

Donde aún la izquierda abertzale no se podrá «estrenar» es en Ziortza-Bolibar, el último municipio constituido en 2005 tras su desanexión de Markina-Xemein. En esta localidad de 383 vecinos, el Ayuntamiento, según la Ley Orgánica de Régimen Electoral, está conformado por siete corporativos.

Se impide asimismo la posibilidad de que el independentismo de izquierda regrese a consistorios donde asumió en distintos mandatos labores de gobierno, ya sea a través de la obtención de la alcaldía o mediante pactos con EA. Ahí están Bermeo, Dima, Forua, Lekeitio u Ondarroa, en los que, en muchos casos, los jeltzales se han encargado de desmantelar con su práctica política algunas de las herramientas de gestión aplicadas por los electos abertzales en esos ayuntamientos y han «blindado» las instituciones frente a a las reivindicaciones ciudadanas.

Se podrán así repetir en algunos municipios ayuntamientos monocolores del PNV, o con sus socios de Eusko Alkartasuna, como los habidos en el mandato que está a punto de concluir en Ajangiz, Arakaldo, Arrankudiaga, Arratzu, Arrieta, Artea, Artzentales, Bakio, Dima, Ea, Elantxobe, Ereño, Etxebarria, Forua, Fruiz, Galdames, Gamiz-Fika, Ibarrangelu, Ispaster, Kortezubi, Lanestosa, Larrabetzu, Lekeitio, Lemoa, Lemoiz, Lezama, Mañaria, Markina-Xemein, Mendata, Mendexa, Meñaka, Morga, Muxika, Nabarniz, Sukarrieta, Turtzioz, Zeanuri y Zeberio.

Otra materia sensible y que, según algunas fuentes, ha influido a buen seguro en la eliminación de la opción de ANV es la reforma de normas subsidiarias y planes generales en muchas localidades vizcainas, en las que el negocio del ladrillo va a mover millones de euros. A pesar del «apartheid» hacia la izquierda abertzale en los últimos cuatro años, esta sensibilidad política ha estado presente en las instituciones locales a través de iniciativas dentro y fuera de éstas.

Un caso es el de Getxo (82.327 personas), donde el plan urbanístico que pretende edificar miles de viviendas en el entorno rural del barrio de Andra Mari ha movilizado a buena parte de los vecinos del sexto municipio más poblado de Euskal Herria. Bakio, Barrika, Berango, Gorliz, Leioa, Plentzia o Urduliz son otros de los pueblos en los que la sombra de la sospecha ahí está.

Por su condición de ciudad vasca más poblada y su proyección internacional, Bilbo (354.145 personas) es otro lugar donde el Ejecutivo de Rodríguez Zapatero obstaculiza el paso a la izquierda independentista vasca contando con la colaboración inestimable del alcalde y candidato a renovar por tercer mandato, el jeltzale Iñaki Azkuna, que no ha perdido ocasión para señalar con su dedo acusador a la lista de ANV. Su talante se demostró en el último pleno extraordinario para tratar acerca de un recurso formulado por la plataforma Herria Aurrera sobre un crédito adicional, cuando acusó a los independentistas de que con sus alegaciones a éste y otros asuntos se «entorpecía» su tarea de gobierno junto con EA y EB.

En el área metropolitana del Botxo, en la que están pendientes importantes proyectos de infraestructuras y expansiones urbanísticas, también se excluye al sector más combativo en municipios poblados como Basauri (45.482 vecinos), Erandio (23.058), Galdakao (29.765), Portugalete (49.788), Santurtzi (47.155) y Sestao (29.982).