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Doce artistas trabajan ya en la futura muestra sobre arte vasco del Guggenheim

Doce creadores han sido seleccionados por el Guggenheim Bilbao para participar en la exposición sobre arte contemporáneo vasco con la que el museo quiere celebrar su décimo aniversario a partir de octubre. La muestra estará precedida por otra de carácter didáctico que, durante el verano, realizará un repaso del desarrollo del arte vasco en las últimas décadas.

Karolina ALMAGIA | BILBO

La primera muestra sobre arte vasco contemporáneo que programará en las próximas fechas el Museo Guggenheim Bilbao es, en palabras del director de la pinacoteca, Juan Ignacio Vidarte, «un intento de definir un mapa de lo que ha ocurrido en los últimos años» en este país. Tendrá lugar a partir de julio y llevará por título «Incógnitas: cartografíás del arte contemporáneo en Euskadi». Esta muestra está comisariada por el artista alavés Juan Luis Moraza, quien ayer dijo que será «más que de obras, una exposición gráfica de documentos, diagramas, esquemas y elementos que muestren contextos». Durante todo el verano y ocupando tres salas del tercer piso, «Incógnitas» tratará de ofrecer una perspectiva global del arte que han desarrollado artistas vivos de tres y cuatro generaciones distintas. «En un abanico que va desde artistas sobradamente reconocidos hasta jóvenes que están comenzando, hay toda una serie de comunicaciones intensas y enrique- cedoras que se sitúan en una época de grandes cambios sociales, políticos, tecnológicos y estéticos», añadió Moraza.

Aunque incluirá algunas obras procedentes de la Colección Propia del Museo, la exposición se plantea como un despliegue visual de esquemas de trabajo que relacionarán autores, obras, lugares, acontecimientos, etc. Para llevar a cabo esta visión panorámica del arte vasco contemporáneo, Moraza ha intentado reunir la máxima cantidad de información posible, repartiendo cuestionarios a artistas, galeristas, críticos y otras gentes relacionadas con el mundo del arte. «Estoy haciendo un esfuerzo por conseguir la complicidad de esa comunidad artística -señaló al resepecto-. Yo no soy historiador, ni crítico, sólo un artista al que se le ha encomendado esta tarea. No puedo ser neutral, pero voy a poner mi empeño en dibujar esta cartografía del arte vasco con un claro objetivo didáctico», concluyó Moraza.

Si la exposición comisariada por Juan Luis Moraza no está basada en las obras de los artistas, lo contrario ocurre en la muestra que se abrirá en octubre. Titulada «Cada uno a su gusto», dará visibilidad y potenciará a un grupo de creadores del país o de fuera pero que trabajan aquí, a los que se les ha encargado la producción de una serie de obras únicas que interactúen con los espacios del Guggenheim. Esta exposición está comisariada por Rosa Martínez, quien, tras un dificultoso proceso de selección, ha elegido a los artistas Elssie Ansareo, Ibon Aranberri, Manu Arregui, Clemente Bernad, Abigail Lazkoz, Maider López, Asier Mendizabal, Itziar Okariz, Juan Pérez Agirregoikoa, Sergio Prego e Ixone Sádaba. «Son artistas que no tienen obra en la Colección Propia del Museo. Y son los que a mí me ha parecido que tenían un mayor potencial para analizar su propia realidad local con una forma de expresión legible desde una perspectiva internacional. Siempre he intentado ser absolutamente honesta, elegir a los artistas en los que creo, sin plegarme a presiones o a exigencias coyunturales. Creo que la distancia me permite ser neutral, lo cual no quiere decir que sea objetiva», dijo ayer esta reputada comisaria internacional. Martínez es consciente del revuelo y la polémica que ha suscitado su selección. «Sé que hay artistas muy buenos que no están en la exposición. Pero estos doce son los que realmente cuajan aquí. No es arbitrario, está muy pensado».

A partir de esta elección, Rosa Martínez inició un diálogo «muy enriquecedor» con estos artistas para definir los proyectos. «La sorpresa llegará cuando abramos la muestra. He intentado que haya artistas que utilizan distintos lenguajes: Itziar Okariz con sus performances, Abigail Lazkoz con el dibujo, Manu Arregui con su producción videográfica, Aranberri con un proyecto muy conceptual, Ixone Sádaba con sus fotografías escenificadas o Clemente Bernad, que va a ser toda una sorpresa porque lo que hace es fotoperiodismo».

El gusto y la identidad

El título «Cada uno a su gusto» hace referencia a las teorías de Diderot, explicó la comisaria. «Vivimos en un mundo globalizado donde la tensión entre lo local y lo universal tiene muchos roces. Ante un movimiento de internacionalización, hay una reacción contraria que mueve hacia las raíces propias. Es una necesidad de definir la propia identidad en reacción a esas fuerzas globales. En la frase `cada uno a su gusto' está implícita la idea de libertad y autonomía, aunque lo cierto es que el gusto es una formación cultural y social. El lenguaje artístico es el lenguaje de una época y eso se ve con la distancia».

SELECCIÓN

La comisaria de la exposición «Cada uno a su gusto» es consciente de la polémica que ha podido suscitar su selección. «Siempre he intentado ser honesta. Creo que la distancia me permite ser neutral, que no objetiva».

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